Rompé el Chanchito!
Publicado por Mocker , miércoles, 28 de julio de 2010 2:27
The Jesus and Mary Chain - "Psychocandy" 1985
Hay una historia, que nos cuenta que durante la salida del primer Lp de Jesus and The Mary Chain mucha gente que lo compró fue a la tienda de discos ya que creían que estaba fallado. Esta visión romántica de los hechos se desprende del sonido que salía de ese álbum ya que en todos los temas más allá de las guitarras empapadas en efectos de pedales, por debajo y como “colchón” de sonido, existía una distorsión de chirridos y acoples, que mantenidos confundían al oído creyendo que eran dos temas superpuestos. Luego de chocarse contra la verdad y entender que los Jesus querían sonar así, la primera impresión que se tiene de ese sonido es de irritabilidad y asfixia por medio de sus guitarras pero a la vez de una belleza y delicadez en la melodía vocal que asombraba por el solo hecho de poder mezclar esos dos polos opuestos. En cualquier enciclopedia de rock siempre se dice que el sonido de los Jesus es la mezcla perfecta entre las armonías vocales de The Beach Boys con el feedback de The Velvet Underground. Yo diría que más que una mezcla es el resultado del batido de estos dos. Llevan al extremo el sonido y hasta el momento nadie había sonado más radical que ellos pudiendo aún así conservar una melodía. “Psychocandy” logra crisparte los nervios con esas paredes de distorsión y feedback haciendo uso y abuso de los efectos, usando el acople y la saturación -algo que cualquier músico detesta- como recurso esencial de su sonido distintivo. El disco arranca con “Just Like Honey”, y comienza con el aporreo primitivo y una reverberación al máximo en la batería de Bobby Gillespie -sí el mismo que luego formaría Primal Scream- junto con las voces y guitarras con flanger de los hermanos Jim y William Reid los cuales se lucen con ese peinado cargado con kilos y kilos de spray y una pose melancólica e introvertida. El disco recorre la claustrofobia, urgencia y paranoia en temas como “The Living End”, “Taste The Floor”, “In a Hole” o el otro hit del álbum, “Never Understand”, que nos dejan con la sensación que nuestros tímpanos sufrieron una violación por los chirriantes sonidos de los constantes acoples pero aplacados por la etérea voz de Jim Reid. Sin embargo en el disco no son todas distorsiones ya que cuenta con algunos temas mas calmos como “Taste of Cindy”, “Some Candy Talking” “The Hardest Walk” o “You Trip me Up”. Su segundo disco, “Darklands”, quizás sea más accesible ya que le encontraron la justa medida a su característico estilo sonando a la vez también pop. Sin embargo este es el álbum que los sitúa como los creadores del noise rock y de toda la movida shoegaze. Si nos ponemos ortodoxos los Jesus no pertenecen a la camada de grupos shoegazing, pero no se puede ocultar que su aporte a la creación de este estilo es inmenso. La influencia de ellos es incalculable, cualquier grupo que muestre devoción por la pedalera de efectos y melodías sensibles les debe parte de sus regalías.
Loop - "Heaven´s End" 1987
Partamos de la base que el estilo shoegaze nunca se codeo con la fama. Primero, por tener una escasa estética para ser explotados comercialmente -sus integrantes al tocar miraban de forma fija al suelo!- y segundo porque fue un estilo que duró muy pocos años y el cual tampoco fue apreciado de forma completa en su corta existencia. Sin embargo, como en todos los estilos existen grupos que siempre se llevan los laureles y a otros les toca solo una pequeña mención en un rinconcito de la historia, si es que aún así la consiguen. Uno de esos grupos subvalorados fue Loop, una banda formada en Londres y la cual supo recibir e influenciarse no solo por los sonidos de Jesus and Mary Chain y The Velvet Underground, sino también por la psicodélica y el proto punk de Detroit. Al escuchar “Heaven´s End” uno puede rastrear influencias de The Stooges y MC5 amalgamadas en las guitarras chirriantes y con efectos de pedales made in Jesus and Mary Chain. Loop a diferencia de otros grupos de shoegazing hace más hincapié en la parte instrumental y en la ejecución de sus instrumentos que en lo vocal, relegando esto último a fragmentos de los temas y utilizándolo como un recurso más dentro de los arreglos.
El Lp arranca bien al frente con sus guitarras y aporreos en la batería junto con voces que van y vienen creando un torbellino de sonidos y ruido pero todo perfectamente sincronizado para no perder nunca la melodía. Por el álbum desfilan temas como “Soundhead”, “Straight To your Heart”, “Too Real To Feel” o “Head on” que son enmarañados sonidos de guitarra, gritos, efectos y voces empapadas en reverb que muestran lo atemporal y lo aún actual que suena el disco más allá de que ya hayan pasado más de 23 años de su edición. El Lp esta saturado en fuzz, flanger y un largo etcétera de pedales de efectos logrando un clima oscuro, asfixiante y denso pero a la vez salvaje, obsesivo y porque no peligroso para el oyente. Un dato saliente y de color: al finalizar las respectivas caras originales del Lp, hoy en CD aun se puede escuchar, cuenta con el sampleo de Hal, la maquiavélica y fría computadora de “2001 Odisea en el Espacio” film de Stanley Kubrick. Un detalle más de lo psicodélico y experimental que podían ser los Loop.
La mayoría de los grupos shoegaze hacían un rock distorsionado y etéreo mientras se mantenían inmóviles en el escenario, quedándose duros y estáticos ejecutando sus instrumentos con la mirada fija en el suelo. Sin embargo los Ride, grupo en el cual se encontraba Andy Bell, futuro integrante de Oasis, hacían un rock que tenía cierta experimentalidad como lo tuvieron -en mayor medida- los Spacemen 3 diferenciándose de sus contemporáneos con sonidos más del ala rockera y no tan etérea. Mas allá que las guitarras sonaban muy filosas con una pedalera de efectos que realzaba las mismas, los Ride eran los mas rockeros y, porque no también, los mas accesibles de la camada de bandas shoegazers. Ya desde la primera canción, “Seagull” y luego “Kaleidoscope” demuestran que son una banda demoledora y no una simple pose en el escenario, aprovechando en su justa medida la distorsión, los acoples y las armonías vocales. Utilizando esto último como un detalle mas dentro de la canción y no como una característica sonora del grupo como sí lo tuvieron otras bandas de este estilo. Ride, abraza con mas cariño y respeto las melodías ya que ese ruido que al parecer va a terminar desbordándolos y saliendo por el disco, está contenido a la perfección. Párrafo aparte merece el tema “Dreams Burn Down” en los cuales los golpes de batería de Loz Colbert junto con la pared de sonido de una guitarra chirriante y los arreglos de otra son el alma del álbum. Lo que caracteriza y diferencia a Ride de otras bandas de la movida shoegaze y que también los emparenta un poco con la escena dream pop son esas emotivas y dolidas voces que junto con los pequeños arreglos de guitarra crean un ambiente y no sólo una pared de ruido como sus contemporáneos. Algunos de esos temas pueden ser “In a Different Place”, “Paralysed” o “Vapour Trail”. Un detalle para nada menor es la imagen de la tapa ya que resumía a la perfección aquellas canciones. Una ola borrosa en un mar verde-azulado, hermosa, armoniosa, pero a la vez amenazante ya que algo se empezaba a despertar dentro de ese tranquilo mar. El disco en su época casi paso desapercibido sin embargo hoy a la distancia es de revisión obligatoria para cualquier chico indie sensible.
De la camada de bandas que generó el estilo shoegaze a finales de los 80 y principios de los 90, los My Bloody Valentine son los mas recordados. Si hay que buscar un grupo insignia de este estilo son ellos con su segundo disco, “Loveless” de 1991 los que representaron y marcaron el camino a seguir para toda una camada de bandas del amplio espectro que encumbra al indie rock. El disco navega entre una bruma lánguida y onírica de voces etéreas sostenidas por un enorme estruendo de guitarras distorsionadas y samples que crean un mantra hipnótico. Kevin Shields y cía invirtieron tres años y unas 250 mil libras en “Loveless”, el cual contó con la ayuda de 18 ingenieros de sonido!! y el cual llevó al borde de la bancarrota al sello Creation y a su director Alan McGee a una crisis de nervios que solo se aplacó un poco por el modesto resultado en ventas que tuvo el álbum hasta el relajo definitivo que tuvo el espaldarazo de contratar unos años después a unos ignotos Oasis dispuestos a conquistar Inglaterra. Los sonidos etéreos de las voces de Kevin Shields y Bilinda Butcher contrastaban con los rasgueos enfurecidos de sus guitarras los cuales se podían apreciar en vivo pero también en sus videoclips los cuales tenían la particularidad de estar saturados y reventados en color o enceguecerte con los blancos. El disco transita planos íntimos creando una atmósfera cálida y aniñada al escucharlos con “Sometimes”, “To Here Knows When” o “Blow a Wish” por sus voces ensoñadas y ritmos hipnóticos. Pero también pasa por instancias de ruido melódico y guitarras bien al frente con temas como “Only Shallow”, “Loomer”, “When You Sleep” o “Soon” por citar algunas canciones. El disco aún hoy sigue sonando muy actual y no muestra para nada las arrugas del paso del tiempo y sigue siendo insignia para muchos grupos posteriores. Cuando se realiza una gran obra, que fue vanguardista y el espejo de próximas generaciones de músicos, se le es muy difícil al grupo grabar un próximo trabajo ya que se tienen muchos prejuicios sobre el próximo paso a dar. Esto fue lo que le ocurrió a My Bloody Valentine ya que hasta la fecha no sacaron ningún otro trabajo.
El grupo oriundo de la ciudad de Reading en Inglaterra es quizás dentro de los grupos de shoegaze, el más deudor de las melodías de dream pop que encumbraba el sello 4AD. Los Slowdive no eran un grupo demoledor de buenas a primeras sino que te iban llevando por un camino ensoñado y etéreo tomando un clima a mitad del disco y explotando al final del mismo. Los Slowdive entienden que la música también es un compendio de sensaciones y sentimientos que afloran y relucen en los sonidos interpretados. Por eso en este primer disco, mas allá que existan algunas canciones que se pueden cortar solas, las mismas son todo un conjunto y funcionan de forma correcta si se reproduce el mismo de forma entera y no por temas. “Just For a Day” conjuga un sonido lleno de largos pasajes ambientales producto de los efectos justos y precisos de la guitarra de Neil Halstead mixturándose con la voz de Rachel Goswell. Ya desde el primer tema “Spanish Air” abren con un sonido hipnótico en su melodía y la voz etérea de Goswell. El tema “Catch The Breeze” tiene un ritmo que va in crescendo y las armonías vocales se funden con la pared de sonido de las guitarras con efectos que ejecutan los tres guitarristas que tiene el grupo. Los temas se suceden uno atrás de otro pasando así “Ballad of Sister Sue”, “Erik´s Song”, “Waves” hasta llegar al final con “Primal” llevando el disco a su apoteosis instrumental. Quizás el Lp más recordado de Slowdive sea el segundo, “Souvlaki” ya que contiene canciones que abrazan un sonido más radial sin embargo es con este disco con el cual se ganan un lugar dentro de la escena shoegaze. Este álbum esconde un sonido perfectamente bello y unos arreglos aún mejores. Muchas veces queremos escuchar un disco para apartarnos de la realidad y que nos lleve a lugares donde realmente queremos estar para encontrarnos a nosotros mismos y “Just For a Day” tiene el pasaje de ida a ese lugar. La vuelta….la vuelta después la vemos.
Excelente nota!!! Me gusto mucho como la escribiste y siempre descubro con vos un disco que no conocia ja. Exitos!!!!!