Pará las Orejas!
Publicado por Mocker , miércoles, 13 de julio de 2011 22:11
Ya desde el nombre de la agrupación y pasando por la música que ejecuta la banda de Condon, la cual tiene influencias de los ritmos de países bálticos como así también de México entre otros, sirven para redondear el concepto de World Music para gente indie. Un poco más arriba se menciono que existían varias razones para que la música de Beirut de a poco fuera ganando más adeptos, pero esto no es un ejemplo aislado, sino que varios contemporáneos al grupo de Condon están creando un estilo en sí mismo. Artistas como Manu Chao, Gogol Bordello, Grizzly Bear, Devotchka o A Hawk and a Hacksaw -sólo por nombrar algunas- mezclan ritmos de diferentes culturas y etnias fusionándolo con el rock.
Este encuentro de diversas culturas, la del rock junto con la música tradicional de algunos países logra que ciertos jóvenes empiecen a mirar con otros ojos y salgan de su “aldea individual” y mezclarla con una más global. Los detractores pueden decir que Condon es un nerd indie de los tantos que pueden ir apareciendo año tras año dentro de la música y que capta sólo la atención de una porción de la juventud que siempre busca ser snob. El debate queda abierto de hasta que punto lo tradicional maquillado con un poco de modernidad puede ser vendido como espejitos de colores. Pero sin embargo, no hay que restarle meritos a la búsqueda de viejos/nuevos sonidos, culturas y/o tradiciones, si son ejecutados con pasión y respeto por la música como en este caso lo puede hacer el proyecto de Condon.
Apoyado por los muchos viajes realizados a la Europa Oriental, Condon supo plasmar ritmos de música pop junto a sonidos más tradicionales de los países balcánicos. El resultado fue su primer larga duración “Gulag Orkestar” en el cual junto al Ep “Lon Gisland”, nos ofrece un nuevo concepto de World Music. Su siguiente Lp sería “The Flying Club Cup” un trabajo similar pero quizás en una veta más pop. Así llegamos a este “March of The Zapotec” un Ep lanzado en el 2009 que consta de dos partes totalmente diferentes. Una primera muy interesante y similar al sonido étnico de discos anteriores de Beirut y una segunda llamada “Realpeople Holland”, la cual tiene un sonido moderno, muy disímil a todo lo escuchado durante la discografía de la banda de Condon.
Este primer disco ya desde el nombre nos dice de que va la cosa. Zapotec al parecer es el nombre de una antigua civilización precolombina que se situó en la zona de lo que hoy se conoce como México. De todas maneras, si queremos encontrar más pistas las mismas se encuentran tambien desde la tapa, ya que a la izquierda de la silueta de Condon se encuentra una leyenda que dice: Nuevas grabaciones desde el Estado de Oaxaca. Por estos motivos, mucho del sonido que hay en esta primera parte y en esos escasos 6 temas es deudor del país Azteca. El primer tema, que en realidad es una intro, llamada “El Zocalo” es el fade-in de una marcha tradicional llena de instrumentos de viento. Luego de esto viene ahora ya sí el primer tema llamado “La Llorona”, una canción que hace mucho hincapié en las trompetas, tuba y trombones -fiel al sonido Beirut- pero que refleja una alta influencia de la música mexicana. Esta es una de las mejores canciones del álbum, donde la instrumentación y la sufrida voz de Condon le dan un aire de tensión y melancolía por partes iguales. El tercer tema es “My Wife”, donde las trompetas del comienzo pueden trasladarnos en espacio hacia unas corridas de toros. La canción es íntegramente instrumental, pero no necesita de las voces para ganar atractivo, sino todo lo contrario, el arreglo de los instrumentos de viento hablan por si solos y “comentan” mucho más de lo que puede decir una letra.
“The Akara”, comienza también con las trompetas bien al frente para luego darle lugar a un ukelele y a la percusión, los cuales junto a la voz de Condon le dan un ritmo más marchoso a la canción. El próximo tema, “On a Bayonet” también es un instrumental sostenido por trompetas y trombones el cual no aporta demasiado. El final de este primer disco llega con “The Shrew”, otro muy buen tema que también esta muy emparentado con el país de las enchiladas y tacos, el cual llegando al final tiene unos instrumentos de vientos similares a los que se usan en las corridas de toros.
La segunda parte, “Realpeople Holland” está muy lejos del típico sonido Beirut, comienza con el tema “My Night With The Prostitute From Marseille”, una canción de base electrónica, que se encontrará durante toda la segunda parte del disco. Casi como una continuación, “My Wife Lost in The Wild”, es un tema muy similar al primero. “Venice”, es una canción más ambiental y oscura que no aporta demasiado y cierra el disco “No Dice”, un tema electrónico y sin voces que comienza bien pero que con el paso de los minutos se vuelve monótono. Antes de llegar a este último y casi como una canción perdida dentro de esos sonidos electrónicos, aparece “The Concubine”, un tema más cercano al clásico ritmo de Beirut con sus respectivas trompetas.
Este álbum doble, más allá de estar bien delimitado por esos dos discos que sirven para no mezclar ritmos tan disímiles entre sí, nos deja un sabor agridulce. Esto se debe a que todo lo “revolucionario” del clásico sonido Beirut que puede encontrarse en su primera parte, es echado por tierra en la segunda con esa veta electrónica que no aporta nada o casi nada y que sólo logra que siempre estemos escuchando la primera parte de este álbum doble.
Por estos días Zach Condon se encuentra ultimando los detalles del próximo trabajo que tiene fecha de edición para este año y que despierta expectativa de que nuevos pero a la vez tradicionales sonidos nos traerá y que lejos o no pudo haber quedado ese cameo con la electrónica
Investigaremos, Mocker. Confiamos en su gusto. Saludos