Roxy Music: "Manifesto" (1979)
Cuantas veces nos quedamos con una definición y/o concepto sobre alguien o algo y la sostenemos durante mucho tiempo sin reparar en el mínimo esfuerzo de reverlo y volver a evaluarlo para terminar de convencernos si el juicio final que habíamos tenido en un primer momento era el correcto o por el contrario poder ver cosas que en su momento no hicimos y analizarlas con otra mirada. Esto que sucede a diario con las cosas más comunes de nuestra vida sucede también con la música y más precisamente con los discos. ¿Cuántas veces dijimos “esto es una porquería y bla bla bla” y terminamos luego de un tiempo cayendo en la cuenta de que esa “porquería” no era tan así y lo que en un primer momento era negro pasó a ser si se quiere gris claro? Mil veces, e incluso el ejemplo puede ser al revés, ¿cuantas veces pasamos de un fanatismo radical por algo a escucharlo y aburrirnos o no encontrarle la misma satisfacción que nos despertaba en su momento? De seguro también otras miles. Los motivos pueden ser varios en ambos casos, desde no estar preparado aún en la madurez suficiente para entenderlo, o ya estar muy “crecidito” para esa música adolescente si lo miramos desde la otra vereda. Otro motivo puede ser no tener aún un background social de lo que pasaba en ese momento en la fecha de la edición de ese Lp restándole méritos y quitándole esas aristas que lo enaltecen. Como así también puede no gustarnos más porque nos hace recordar momentos personales que queremos tapar u olvidar y que al escucharlos nos transporta directo a ese pasado. La música es el Soundtrack del Film de nuestras vidas.
Retomemos el hilo conductor de lo que planteábamos al comienzo, darle una nueva oportunidad a un disco y con esto poder tener un veredicto más cercano y porque no más definido de la decisión que tuvimos en un primer momento, que muchas veces puede ser de años.
Algo de esto puede suceder con muchos discos que quedan “perdidos” entre una muy buena discografía de un artista o grupo como puede ocurrir con “Manifesto” de Roxy Music. De buenas a primeras este sexto Lp de la agrupación -sin contar el directo “Viva!”- es visto como un disco de transición en la discografía de la banda. Sin embargo, quedarse sólo en ese concepto es restarle méritos y tirarlo abajo. Siendo objetivo, “Manifesto” esta por debajo de otros álbumes de Roxy pero no tanto como siempre se lo cataloga. Repasemos, los dos primeros Lp son una cachetada de Glam Rock histriónico por parte de Bryan Ferry y la experimentalidad del preciso Brian Eno entregándonos un muy buen debut y un segundo Lp -“For Your Pleasure”- excelente. Siempre recaemos en las figuras de estos dos que al tener un ego tan alto podían ensombrecer a los otros integrantes y esto es tan así porque de alguna forma el excelente guitarrista Phil Manzanera y el muy buen saxofonista Andy Mackay quedaban relegados en protagonismo. Esa lucha de egos terminó con la partida de Eno y “Stranded” ya mostraba un vuelco más hacia el Pop y al Arty y no tanto a lo experimental. Vendrían otros excelentes discos como “Country Life” y “Siren” donde el sello de Ferry cada vez era más notorio.
Cuatro años después de esto y ya con un mercado de consumo musical totalmente diferente de lo que era en 1975 y con una banda que ya sentía esos años de parate y también de diferencias musicales entraron a grabar “Manifesto”. Luego de este trabajo vendría el flojo “Flesh + Blood” pero que aún estando escalones por debajo de la calidad de sus mejores álbumes cae bien parado. Con este último el producto de Rock para FM´s -esto sin desmerecer al genero, ya que tiene excelentes discos- estaba ya declarado, ya que es si se quiere un Lp para Yuppies sofisticados terminando con la frutilla del postre como fue el álbum “Avalon”, el cáliz para las Radios FM para adultos.
“Manifesto” comienza con el tema homónimo al disco donde el ritmo cadencioso no nos transmite demasiado pero sirve como presentación. “Trash” es el corte que salio como simple del álbum y es una canción que impulsada por la guitarra de Manzanera y el saxo de Mackay lo vuelven un interesante ejemplo de New Wave, estilo que ya estaba dando sus primeros pasos. El Pop con estilo sofisticado se hace presente con “Angel Eyes” y la gran ayuda del saxo de Mackay. “Still Falls The Rain” deja en claro el fuerte apego que tiene Ferry para los temas sentimentales y teatrales que tan bien le sientan con su figura de Crooner alternativo y sofisticado, algo que ya vino demostrando desde “Stranded” en adelante pero que cuyos resultados aún siguen siendo positivos. “Stronger Through The Years” baja el ritmo y se convierte en una balada oscura con muy buenos arreglos de guitarra de Manzanera y del siempre cambiante puesto de bajo ahora con Gary Tibbs en las cuatro cuerdas. El lado B del Lp denominado en el disco como “West Side” comienza con el bailable en tono ¿chill out? -faltaba mucho para esto- de “Ain´t That So”. “My Little Girl” es un claro ejemplo de Pop para FM mientras que “Dance Away”, es una autentica gema Pop con estilo, altura y elegancia. El ritmo bailable vuelve con “Cry, Cry, Cry” y cierra el álbum “Spin Me Round” en tono melancólico y sentimental.
Volvamos al comienzo de la nota y realicémonos la misma pregunta, y la conclusión que sacamos es que “Manifesto” no se trata del mejor disco de Roxy Music pero tampoco el peor, ya que posee buenas canciones en su generalidad, sin embargo si aún así lo fuera ¿cuantas bandas de hoy no llegan a realizar ni de cerca un Lp así?.
Buenas Mocker. No puedo ser muy objetivo con RM, ya que están entre mis 5 ó 6 grupos favoritos de siempre. Estaban muy por encima de la media en muchos aspectos.
Veo a "Manifesto" como la transición empezada en "Siren" y terminada en "Flesh+blood" y "Avalon": si esto es pop de fm, es del mejor.
Volviendo a "Manifesto" es tal vez de los mas flojo de Roxy, pero se salva por el nivel general que mostraba el grupo. Tiene varios temas que se desinflan, parece un disco sin inspiración.
Si mal no recuerdo, en mi edición en vinilo la versión de "Angel eyes" es muy distinta a la del cd, que es la versión single.
Saludos glamorosos!