El Infaltable
Publicado por Mocker , miércoles, 20 de abril de 2011 15:11
Patti Smith: "Horses" (1975)
La vida esta llena de antagónicos, el Bien con el Mal, el blanco con el negro, la verdad con la mentira y el… ¿Hippismo con el Punk?. La fuerza de choque musical llamada Punk que irrumpió a finales de los ´70 tanto en EE.UU como en el Reino Unido, tuvo entre otros “enemigos” al Hippismo. Ellos los atacaban por su pasividad, sus vestimentas, pelos largos, amor a lo natural y su apología a la paz. Los Punks en cambio mostraban una faceta más dura, reprimida, violenta, con peinados y vestimentas propias, bien urbanos y con una ideología más combativa. Sin embargo, si nos remitimos al germen de gestación de cada uno de ellos podemos encontrar ciertas similitudes en cuanto a idiosincrasia y no tantas diferencias como luego se quiso “vender”. Ambas corrientes, cada una en su época, tuvieron como puntal de su ideología el cambiar lo establecido, torcer, reformular y revolucionar los fundamentos de la sociedad creando una contracultura y un lugar de identificación para toda esa gente que no pensaba al igual que la mayoría y que creían en otro “mundo”. El final de la historia en ambos casos ya es más que conocido, el sueño Hippie se cayó a pedazos y el Punk luego fue manoseado demasiado perdiendo con esto la brújula en su camino.
Los punks siempre hostigaron a los hippies, quizás porque estéticamente eran muy disímiles unos con otros, sin embargo, hubo una artista que miró más allá de las apariencias y vio en cada una de estas corrientes una similitud con la que se podía convivir. Hoy, a la distancia se la conoce a Patti Smith como la madrina del Punk, un rótulo que le cae como anillo al dedo pero el cual de todas formas le queda corto ya que fue mucho más que eso. Smith supo unir dos corrientes antagónicas, la furia y urgencia del Punk con el lirismo y prosa de los poetas Beatnicks. Combino el poder de la incipiente escena punk neoyorquina con los mensajes de cambio, postura social y filosofía existencialista de los poetas de San Francisco, creando un sonido y una impronta única siendo bien recibida por ambas corrientes.
Para esta aventura Smith no se encontraba sola sino que se rodeó de su guitarrista y amigo Lenny Kaye que la acompañó durante gran parte de su carrera, desde sus comienzos con presentaciones de poemas recitados hasta conciertos en festivales. La formación se completaba con el bajista Ivan Kral, el baterista Jay Dee Daugherty, y el pianista Richard Sohl. Sin embargo, faltaba un ingrediente más dentro de esta fórmula para que su primer disco, “Horses”, sea considerado un clásico. Este último, pero quizás más importante personaje, fue el productor John Cale, el cual ya tenía todo un background recorrido con los Velvet Underground y pudo captar el mensaje artístico que tenía para decir Smith como ningún otro. Cale sólo se redujo a hacer relucir a su diamante en bruto, es por esto que su producción es austera y cruda pero fue correcta e indispensable que esta haya sido así. Dejó que Smith diera todo de sí y se sintiera libre artísticamente de hacer y decir lo que quisiera. Smith quería ser poeta, mostrarle al mundo sus pensamientos y posturas político-sociales y encontró el vehículo para dar a conocer esto dentro del rock. Este disco más allá de su mensaje social, también le reasigna un nuevo lugar a la mujer, no sólo dentro del rock, sino también dentro de la sociedad. El álbum es de un material crudo y directo no sólo en su sonido sino también en sus letras, las cuales causaron cierta urticaria dentro de los sectores más conservadores.
-“Jesús murió por los pecados de alguien, pero no por los míos”- con esta frase, por demás polémica, comenzaba el disco y causó un revuelo de forma inmediata. Luego de recitar esto comienza con una versión de “Gloria” de los Them de Van Morrison, la cual comienza calma pero va aumentando su pulso hasta terminar en un grito desgarrador. Este tema más allá de su ser un cover se convirtió en uno de los caballitos de batalla más importantes dentro del repertorio de Smith, el cual se volvió quizás aún más reconocido que el tema original. “Redondo Beach”, se muestra más festivo, marchoso y de raíces reggae. Sin embargo, detrás de este sonido ameno se esconde una letra tortuosa de una mujer cuya novia se suicidó y su cuerpo aparece en una playa de Los Angeles.
“Birdland” y “Land” son dos temas cuya duración es de alrededor 9 minutos y muestran ese interés en las exploraciones de Smith por las composiciones largas, logrando un dramatismo mejor conservado en el tiempo con el segundo mencionado. El primero por momentos es difícil de digerir y quizás no soporte más de una escuchada, sin embargo es un fiel reflejo de que Cale dejó que Smith fuera libre de hacer lo que quisiera en este Lp. Estos temas son una muestra más de lo alejada que estaba Smith del punk de “dos minutos de duración y tres acordes”. Ella tenía cosas para decir y utilizo como vehículo la música, pero fue recibida con los brazos abiertos por los futuros punks por revolucionar, a su forma, lo establecido hasta el momento.
“Free Money”, también con el tiempo se convirtió en otro de los temas fijos en los conciertos de Smith. El mismo habla sobre la obtención de un dinero mal habido, convirtiéndose en una adicción en pos de comprarle a su amor objetos de valor para lograr su felicidad.
“Cada noche antes de dormir / encuentro un boleto que gana la lotería / Recojo perlas del mar, / para cambiarlas por dinero y comprarte todo lo que necesitas”
“Todas las noches antes de descansar mi cabeza / veo esos billetes arremolinándose alrededor de mi cama / Se que son robados, pero no me siento mal por eso / Tomé ese dinero para comprarte lo que nunca has tenido”
El próximo tema es “Kimberly”, cuyo título lleva el nombre de su cuarta hermana, en el cual describe el entorno de la infancia de Smith. “Break It Up”, lleva el protagonismo de la guitarra de un contemporáneo de toda la escena proto punk neoyorquina como es Tom Verlaine de los Television, donde la voz en forma de lamento de Smith calza perfecta para el espíritu del tema. La última pista esta reservada para “Elegie”, un tema muy diferente a todo el sonido del disco, Smith va recitando con su misteriosa voz las letras del tema mientras que de fondo es apoyada por el piano de Sohl y la guitarra de Allen Lanier de los Blue Oyster Cult.
Por su parte, la portada del Lp es considerada toda una obra en si misma. Esta es la fotografía que le sacó a Smith el fotógrafo y amigo Robert Mapplethorpe. La imagen andrógina en blanco y negro de Smith, con esa vestimenta y pose masculina nos transmite crudeza, frialdad, pero a su vez nos muestra lo simple y austero de su contenido.
“Horses”, fue el manifiesto del que luego estrellas femeninas del rock como Chrissie Hynde, Courtney Love, Siouxie Sioux, Pj Harvey y toda la escena del Riot Grrrl entre otras, se vieron influenciadas. Sin embargo, no sólo fue el faro a seguir por toda la rama femenina del rock ya que muchos otros artistas masculinos también se sintieron identificados con su contenido. Más allá de esto, hoy a la distancia podemos ver el alto impacto que tuvo Smith para unir dos corrientes musicales que muchas veces se las considera antagónicas como es el Punk y el Hippismo. Ella se encargó de unir estas dos expresiones como ningún otro. Una tarea para nada fácil, ya que son contados con los dedos de la mano los que pudieron salir airosos de esa aventura como fue Patti Smith, “la madrina del Punk….y del Hippismo”.
Los punks siempre hostigaron a los hippies, quizás porque estéticamente eran muy disímiles unos con otros, sin embargo, hubo una artista que miró más allá de las apariencias y vio en cada una de estas corrientes una similitud con la que se podía convivir. Hoy, a la distancia se la conoce a Patti Smith como la madrina del Punk, un rótulo que le cae como anillo al dedo pero el cual de todas formas le queda corto ya que fue mucho más que eso. Smith supo unir dos corrientes antagónicas, la furia y urgencia del Punk con el lirismo y prosa de los poetas Beatnicks. Combino el poder de la incipiente escena punk neoyorquina con los mensajes de cambio, postura social y filosofía existencialista de los poetas de San Francisco, creando un sonido y una impronta única siendo bien recibida por ambas corrientes.
Para esta aventura Smith no se encontraba sola sino que se rodeó de su guitarrista y amigo Lenny Kaye que la acompañó durante gran parte de su carrera, desde sus comienzos con presentaciones de poemas recitados hasta conciertos en festivales. La formación se completaba con el bajista Ivan Kral, el baterista Jay Dee Daugherty, y el pianista Richard Sohl. Sin embargo, faltaba un ingrediente más dentro de esta fórmula para que su primer disco, “Horses”, sea considerado un clásico. Este último, pero quizás más importante personaje, fue el productor John Cale, el cual ya tenía todo un background recorrido con los Velvet Underground y pudo captar el mensaje artístico que tenía para decir Smith como ningún otro. Cale sólo se redujo a hacer relucir a su diamante en bruto, es por esto que su producción es austera y cruda pero fue correcta e indispensable que esta haya sido así. Dejó que Smith diera todo de sí y se sintiera libre artísticamente de hacer y decir lo que quisiera. Smith quería ser poeta, mostrarle al mundo sus pensamientos y posturas político-sociales y encontró el vehículo para dar a conocer esto dentro del rock. Este disco más allá de su mensaje social, también le reasigna un nuevo lugar a la mujer, no sólo dentro del rock, sino también dentro de la sociedad. El álbum es de un material crudo y directo no sólo en su sonido sino también en sus letras, las cuales causaron cierta urticaria dentro de los sectores más conservadores.
-“Jesús murió por los pecados de alguien, pero no por los míos”- con esta frase, por demás polémica, comenzaba el disco y causó un revuelo de forma inmediata. Luego de recitar esto comienza con una versión de “Gloria” de los Them de Van Morrison, la cual comienza calma pero va aumentando su pulso hasta terminar en un grito desgarrador. Este tema más allá de su ser un cover se convirtió en uno de los caballitos de batalla más importantes dentro del repertorio de Smith, el cual se volvió quizás aún más reconocido que el tema original. “Redondo Beach”, se muestra más festivo, marchoso y de raíces reggae. Sin embargo, detrás de este sonido ameno se esconde una letra tortuosa de una mujer cuya novia se suicidó y su cuerpo aparece en una playa de Los Angeles.
“Birdland” y “Land” son dos temas cuya duración es de alrededor 9 minutos y muestran ese interés en las exploraciones de Smith por las composiciones largas, logrando un dramatismo mejor conservado en el tiempo con el segundo mencionado. El primero por momentos es difícil de digerir y quizás no soporte más de una escuchada, sin embargo es un fiel reflejo de que Cale dejó que Smith fuera libre de hacer lo que quisiera en este Lp. Estos temas son una muestra más de lo alejada que estaba Smith del punk de “dos minutos de duración y tres acordes”. Ella tenía cosas para decir y utilizo como vehículo la música, pero fue recibida con los brazos abiertos por los futuros punks por revolucionar, a su forma, lo establecido hasta el momento.
“Free Money”, también con el tiempo se convirtió en otro de los temas fijos en los conciertos de Smith. El mismo habla sobre la obtención de un dinero mal habido, convirtiéndose en una adicción en pos de comprarle a su amor objetos de valor para lograr su felicidad.
“Cada noche antes de dormir / encuentro un boleto que gana la lotería / Recojo perlas del mar, / para cambiarlas por dinero y comprarte todo lo que necesitas”
“Todas las noches antes de descansar mi cabeza / veo esos billetes arremolinándose alrededor de mi cama / Se que son robados, pero no me siento mal por eso / Tomé ese dinero para comprarte lo que nunca has tenido”
El próximo tema es “Kimberly”, cuyo título lleva el nombre de su cuarta hermana, en el cual describe el entorno de la infancia de Smith. “Break It Up”, lleva el protagonismo de la guitarra de un contemporáneo de toda la escena proto punk neoyorquina como es Tom Verlaine de los Television, donde la voz en forma de lamento de Smith calza perfecta para el espíritu del tema. La última pista esta reservada para “Elegie”, un tema muy diferente a todo el sonido del disco, Smith va recitando con su misteriosa voz las letras del tema mientras que de fondo es apoyada por el piano de Sohl y la guitarra de Allen Lanier de los Blue Oyster Cult.
Por su parte, la portada del Lp es considerada toda una obra en si misma. Esta es la fotografía que le sacó a Smith el fotógrafo y amigo Robert Mapplethorpe. La imagen andrógina en blanco y negro de Smith, con esa vestimenta y pose masculina nos transmite crudeza, frialdad, pero a su vez nos muestra lo simple y austero de su contenido.
“Horses”, fue el manifiesto del que luego estrellas femeninas del rock como Chrissie Hynde, Courtney Love, Siouxie Sioux, Pj Harvey y toda la escena del Riot Grrrl entre otras, se vieron influenciadas. Sin embargo, no sólo fue el faro a seguir por toda la rama femenina del rock ya que muchos otros artistas masculinos también se sintieron identificados con su contenido. Más allá de esto, hoy a la distancia podemos ver el alto impacto que tuvo Smith para unir dos corrientes musicales que muchas veces se las considera antagónicas como es el Punk y el Hippismo. Ella se encargó de unir estas dos expresiones como ningún otro. Una tarea para nada fácil, ya que son contados con los dedos de la mano los que pudieron salir airosos de esa aventura como fue Patti Smith, “la madrina del Punk….y del Hippismo”.