Made in: Argentina
Publicado por Mocker , jueves, 26 de mayo de 2011 1:36
En muchas ocasiones se puede ser más profeta fuera de su tierra que en su país natal. Esto sucede en todos los ámbitos y el musical no está exento de esto. Un ejemplo que proviene desde nuestro país y que quizás fue más por casualidad que causalidad fue el de Moris en su exilio hacia España escapando de los años de dictadura que se vivían durante la década de los ´70 en Argentina. Cuando se menciona el hecho de casualidad no es para restarle meritos a Moris y mucho menos darle vuelta la cara a lo que se vivía en materia política en nuestro país, sin embargo Moris nunca se esperó para nada el buen recibimiento que tuvo en el país ibérico. Esta buena acogida que tuvo en España se debió a varios motivos, primero porque a finales de los ´70 ese país estaba despertando de un letargo de muchos años de tiranía por el gobierno de Franco y segundo que por consecuencia de esa dictadura existió tal censura que el arte español fue casi nulo en años anteriores. El Rock Español, más allá de tener algunos ejemplos aislados casi no existía, muy a contramano de lo que si se pudo gestar en Argentina a pesar de estar bajo las mismas botas militares a fines de los ´60.
A finales de 1976, uno de los considerados fundadores del Rock Argentino y quizás también el primer cantautor de Rock nacional -Tanguito también lo fue pero recién llegó a lanzar un Lp post mortem- comenzó a hacer sus valijas ya que podía vislumbrar un panorama bastante incierto y turbio para cualquier artista que quisiera expresarse libremente. Por esos años las sutilezas no eran tenidas muy en cuenta y la opinión que tenían sobre él se lo hicieron saber de forma manifiesta al prohibir de manera violenta un recital que estaba por dar ese año en un teatro porteño. Por estos motivos es que Moris decide emprender un viaje a Madrid junto con su familia para poder continuar con su música. Este no fue el único caso de autoexilio, los Aquelarre -la banda integrada por los ex Almendra Emilio del Guercio y Rodolfo García- también supo hacer lo mismo durante esos años sin embargo no obtuvieron el resultado esperado.
Hagamos una pausa a este relato para graficar la imagen que se puede tener de Moris en el presente. Para muchos puede ser sólo recordado por la autoría del tema “El Oso” -emblema del Rock Argentino-, junto con otros temas ya en una segunda línea de éxito como “Ayer Nomás”, “De Nada Sirve” o “Escúchame entre el Ruido”. Sin embargo, durante su exilio en España grabó el Lp “Fiebre de Vivir” que sería para ese país una de las tantas patas fundamentales de ese incipiente Rock Español, pero para nuestro país ese disco se mantuvo durante mucho tiempo entre las sombras y también mucha de la discografía siguiente de Moris a pesar de ser parte de esa cofradía de fundadores del Rock Argentino. Los motivos para esto pueden ser varios y no vamos a analizarlos ahora pero vale rescatar este trabajo dentro de su discografía ya que tiene muchos méritos.
El álbum se editó en 1978 y tiene la particularidad de que Moris pudo sentir esas calles Madrileñas como si fueran suyas, como si se hubiera criado ahí toda la vida. Moris puede tener varios detractores, a los cuales no les agrada demasiado quizás su voz o su forma de composición, pero sabe sacar de una letra costumbrista y mundana un tema destacable como así también graficar calles, trabajos y quehaceres del día a día con una prosa similar al tango. Muchas veces, también corre con el prejuicio de ser “aburridas” sus canciones, sin embargo su tercer Lp “Fiebre de Vivir”, tiene un pulso bien roquero muy diferente a todo lo que había hecho durante su etapa solista. Deja de lado las letras reflexivas, existenciales y las cambia por unas más sencillas y directas -de noche, bares, mujeres y diversión- que se vieron influenciadas por el pulso madrileño y lo vivido durante las noches en esa ciudad. Esa simplicidad se vio reflejada en covers de Rock and Roll de los ´50 pero obviamente cantados en castellano como “Zapatos de Gamuza Azul” de Carl Perkins, que tiene el particular estilo de que la palabra zapatos fuera pronunciada como una “S” y no como una “Z” como es la fonética española. Toda una proeza sabiendo lo ortodoxos que suelen ser los españoles con su idioma. La versión de este tema, a pesar de tener esta pronunciación, causó un furor en España pero no fue solo el único cover que tiene la placa ya que el Lp también cuenta con el tema “Que Dije” de Ray Charles, otro punto muy alto del disco.
Fuera de estas dos versiones de clásicos del Rock and Roll se encuentran temas del mismo corte como “Sábado Noche”, el cual comienza casi acústico para terminar en una explosión eléctrica de rocanrol con una letra bien simple que habla sobre la suerte que tiene un joven un Sábado a la noche el cual ya terminó de trabajar y puede salir por ahí a divertirse. Otras letras simples pero efectivas dentro de ese Rock and Roll pueden ser “Rock de Europa”, “Balanceo del Rock”, “Hoy Como Ayer” y “Rock del Portal”. No todo es Rock eléctrico en este disco, sino que también posee algunas baladas muy empapadas con el aire Madrileño, no sólo por la facilidad de poder retratar con exactitud calles y gente del lugar sino también por tener una composición musical muy catalana. Esto se puede apreciar en temas como “La Ciudad no Tiene Fin”, “Tarde en el Metro” o “Balada de Madrid”.
El “sonido Moris” puede no ser del agrado de cualquier desprevenido y quizás no genere una empatía de inmediato en un primer momento, muchas pueden ser las razones -los prejuicios también-, pero más allá de esto no se le puede ser esquivo a un trabajo que aquí en nuestras tierras puede haber pasado desapercibido pero en España fue uno de los pilares para la gestación de un Rock que para finales de los ´70 aún estaba gateando.
A finales de 1976, uno de los considerados fundadores del Rock Argentino y quizás también el primer cantautor de Rock nacional -Tanguito también lo fue pero recién llegó a lanzar un Lp post mortem- comenzó a hacer sus valijas ya que podía vislumbrar un panorama bastante incierto y turbio para cualquier artista que quisiera expresarse libremente. Por esos años las sutilezas no eran tenidas muy en cuenta y la opinión que tenían sobre él se lo hicieron saber de forma manifiesta al prohibir de manera violenta un recital que estaba por dar ese año en un teatro porteño. Por estos motivos es que Moris decide emprender un viaje a Madrid junto con su familia para poder continuar con su música. Este no fue el único caso de autoexilio, los Aquelarre -la banda integrada por los ex Almendra Emilio del Guercio y Rodolfo García- también supo hacer lo mismo durante esos años sin embargo no obtuvieron el resultado esperado.
Hagamos una pausa a este relato para graficar la imagen que se puede tener de Moris en el presente. Para muchos puede ser sólo recordado por la autoría del tema “El Oso” -emblema del Rock Argentino-, junto con otros temas ya en una segunda línea de éxito como “Ayer Nomás”, “De Nada Sirve” o “Escúchame entre el Ruido”. Sin embargo, durante su exilio en España grabó el Lp “Fiebre de Vivir” que sería para ese país una de las tantas patas fundamentales de ese incipiente Rock Español, pero para nuestro país ese disco se mantuvo durante mucho tiempo entre las sombras y también mucha de la discografía siguiente de Moris a pesar de ser parte de esa cofradía de fundadores del Rock Argentino. Los motivos para esto pueden ser varios y no vamos a analizarlos ahora pero vale rescatar este trabajo dentro de su discografía ya que tiene muchos méritos.
El álbum se editó en 1978 y tiene la particularidad de que Moris pudo sentir esas calles Madrileñas como si fueran suyas, como si se hubiera criado ahí toda la vida. Moris puede tener varios detractores, a los cuales no les agrada demasiado quizás su voz o su forma de composición, pero sabe sacar de una letra costumbrista y mundana un tema destacable como así también graficar calles, trabajos y quehaceres del día a día con una prosa similar al tango. Muchas veces, también corre con el prejuicio de ser “aburridas” sus canciones, sin embargo su tercer Lp “Fiebre de Vivir”, tiene un pulso bien roquero muy diferente a todo lo que había hecho durante su etapa solista. Deja de lado las letras reflexivas, existenciales y las cambia por unas más sencillas y directas -de noche, bares, mujeres y diversión- que se vieron influenciadas por el pulso madrileño y lo vivido durante las noches en esa ciudad. Esa simplicidad se vio reflejada en covers de Rock and Roll de los ´50 pero obviamente cantados en castellano como “Zapatos de Gamuza Azul” de Carl Perkins, que tiene el particular estilo de que la palabra zapatos fuera pronunciada como una “S” y no como una “Z” como es la fonética española. Toda una proeza sabiendo lo ortodoxos que suelen ser los españoles con su idioma. La versión de este tema, a pesar de tener esta pronunciación, causó un furor en España pero no fue solo el único cover que tiene la placa ya que el Lp también cuenta con el tema “Que Dije” de Ray Charles, otro punto muy alto del disco.
Fuera de estas dos versiones de clásicos del Rock and Roll se encuentran temas del mismo corte como “Sábado Noche”, el cual comienza casi acústico para terminar en una explosión eléctrica de rocanrol con una letra bien simple que habla sobre la suerte que tiene un joven un Sábado a la noche el cual ya terminó de trabajar y puede salir por ahí a divertirse. Otras letras simples pero efectivas dentro de ese Rock and Roll pueden ser “Rock de Europa”, “Balanceo del Rock”, “Hoy Como Ayer” y “Rock del Portal”. No todo es Rock eléctrico en este disco, sino que también posee algunas baladas muy empapadas con el aire Madrileño, no sólo por la facilidad de poder retratar con exactitud calles y gente del lugar sino también por tener una composición musical muy catalana. Esto se puede apreciar en temas como “La Ciudad no Tiene Fin”, “Tarde en el Metro” o “Balada de Madrid”.
El “sonido Moris” puede no ser del agrado de cualquier desprevenido y quizás no genere una empatía de inmediato en un primer momento, muchas pueden ser las razones -los prejuicios también-, pero más allá de esto no se le puede ser esquivo a un trabajo que aquí en nuestras tierras puede haber pasado desapercibido pero en España fue uno de los pilares para la gestación de un Rock que para finales de los ´70 aún estaba gateando.