Revisando los Rincones
Publicado por Mocker , miércoles, 15 de junio de 2011 15:45
Gram Parsons: "Grievous Angel" (1974)
De cada estilo musical siempre hay una, dos y hasta tres figuras que sobresalen del resto. Muchas veces la crítica especializada, ya con el legado del artista encima, le suele poner rótulos como “el padrino de tal cosa” o “el padre de tal otra” entre otros apodos. La gran mayoría de las veces suele ir de la mano del marketing y la “venta” del artista, sin embargo en muchas otras es un sinónimo fiel de lo que significó para la industria musical y para un estilo en particular. Dentro del Country Rock, un estilo bien Americano, más precisamente de EE.UU, y que tuvo su época de plenitud a fines de los ´60 y principios de los ´70 contó con artistas referentes como The Eagles, New Riders of The Purple Sage, The Flying Burrito Brothers y un período de The Byrds entre varios grupos más.
De todas maneras en las dos últimas bandas mencionadas hubo un integrante como lo fue Gram Parsons, el cual es considerado uno de los creadores del Country Rock. Parsons ya desde el principio de su carrera musical junto a The International Submarine Band mostraba un gran afecto por los sonidos rurales que provenían del interior de los EE.UU llevando con orgullo esa bandera en forma de impronta. De todas maneras, no todo surge por casualidad sino que hay muchas causalidades para que el Country, un estilo bien campestre, pueda calar hondo dentro del Rock para luego convertirse en un subestilo de este. A mediados de los ´60 el Folk Rock ya había dejado de ser una promesa para ser una realidad y de la mano de The Byrds que mezcló temas de Dylan con una melodía emparentada con el rock de The Beatles abrió muchas puertas de cambio. El cual no se detuvo acá sino que siguió buscando afinidad dentro de otros estilos, uno de los cuales fue el Country.
Luego de que Parsons disolviera su banda inicial, fue recibido por los Byrds que por ese entonces ya afrontaban tiempos de cambio y de roces dentro de sus integrantes originales. Quizás esta falta de buena comunicación que había entre ellos fue la oportunidad justa para que Parsons los convenciera de realizar un disco de Rock pero con raíces Country como lo fue “Sweetheart of The Rodeo.” De todas maneras, sería injusto adjudicar al primer Lp de este estilo como un mero hecho de casualidades y no hacer hincapié en la fuerte personalidad de Parsons para imponer sus ideales revolucionarios. Incluso no está demás mencionar que el Country es un estilo arraigado de forma muy fuerte a las tradiciones del hombre rural americano blanco. Por este motivo no fue muy bien visto al momento de su edición ya que exponía muchos años de cultura y tradición ortodoxa coqueteando en lo musical con el Rock, una expresión juvenil y poco seria para algunos.
Luego de plasmar ese manifiesto de Country Rock dentro de una banda ya consagrada como The Byrds, Parsons se alejó y formo a los Flying Burrito Brothers con los que editaría dos discos imprescindibles que sirvieron para redondear la figura de él como creador del Country Rock. Sin embargo, después de haber formado parte de todos estos grupos decide emprender una carrera solista la cual fue cortada de forma repentina por su temprana muerte a los 26 años debido a una sobredosis de Heroína. Sólo dejó editados dos discos oficiales, “GP” y “Grievous Angel” y algunos temas que fueron recopilados en discos póstumos. A comienzos de los ´70, Parsons, compañero de excesos de Keith Richards, formó un grupo de acompañamiento llamado The Fallen Angels integrado por varios miembros de la banda que giró con Elvis en Las Vegas. La mención en este relato de Richards no es un detalle menor ya que Parsons de forma directa o indirecta fue influencia para que en los discos de los Stones de esos años haya temas de raíces Country o Honky Tonk. Incluso existe el rumor que el tema “Wild Horses” fue cedido por Parsons a los Stones relegando hasta su autoría.
El disco “Grievous Angel” apareció en el mercado unos meses después del deceso del cantautor y nos muestra un Parsons con la sensibilidad y el alto grado de melancolía y emoción que siempre lo caracterizó en sus canciones donde tributó de manera constante a la tradición Country pero desde una pose de Rock. Para este trabajo contaría, al igual que en el primer disco, con las voces de la gran cantante Emmylou Harris, cuya carrera solista también tiene trabajos muy recomendables. También cuenta con la colaboración de Linda Rondstadt, aún joven y todavía lejos del reconocimiento radial que tuvo ya entrados los ´80.
El álbum comienza con “Return of The Grievous Angel”, un viaje musical en ritmo Honky Tonk que recorre el interior de los EE.UU y muestra la melancolía y el deseo del protagonista de regresar a su hogar. La guitarra de James Burton y el acompañamiento de la dulce voz de Emmylou Harris le dan otro vuelo al tema. “Hearts on Fire”, una vez más con la ayuda vocal de Harris es una balada cuya letra habla sobre el desencanto que genera un amor no correspondido. El ritmo bailable lo pone “I Can´t Dance”, un Rock and Roll muy cercano al de los Stones de los ´70. “Brass Buttons” se desprende cómo una canción triste de corte introspectivo que habla sobre algunos reproches pasados que aún lo condicionaban en su vida. Por la misma senda transita el tema “1000 Wedding” cuya letra habla sobre la esclavitud domestica que puede llegar a ser una mal matrimonio y los tormentos por los que se puede pasar como consecuencia de esto, edulcorado por la emotividad vocal de Parsons y Harris.
A la mitad del Lp aparece un Medley en vivo con las canciones “Cash on The Barrelhead” de los Louvin Brothers, de influencia Bluegrass, y como segundo tema aparece una versión de la canción “Hickory Wind” de The Byrds. Luego de esta especie de “separador”, llega uno de los mejores temas del disco como es “Love Hurts”, una estupenda versión de una canción que también supieron hacer The Everly Brothers entre otros. La cancina y melancólica voz de Parsons se mezcla con la dulce y aguda de Harris formando un ambiente emotivo perfecto. Luego de este golpe por debajo del cinturón Parsons se despacha con una canción dedicada a la capital mundial del entretenimiento, Las Vegas, donde en ritmo de Hillbilly rinde tributo a esta ciudad Americana. Cierra el Lp “In My Hour of Darkness”, un tema compuesto en conjunto por Parsons y Harris en el que habla sobre la fortaleza de espíritu que se debe tener en los momentos malos y de flaqueza.
En el momento de su edición, tanto sus dos trabajos como solista como los realizados con los Flying Burrito Brothers o el “Sweetheart of The Rodeo” que grabo con los Byrds llamaron la atención y le dieron una vuelta de tuerca a un estilo que se había quedado en color sepia y necesitaba una lavada de cara. Parsons aportó toda la juventud que tenía a un estilo bien tradicional de la cultura Americana desde el más profundo de los respetos demostrándole un amor incondicional durante toda su vida. Sin embargo, con el paso del tiempo, es cuando se puede apreciar lo importante que fue el legado de Parsons no sólo dentro de su generación y posteriores, sino también dentro de la música de los siguientes veinte años.
De todas maneras en las dos últimas bandas mencionadas hubo un integrante como lo fue Gram Parsons, el cual es considerado uno de los creadores del Country Rock. Parsons ya desde el principio de su carrera musical junto a The International Submarine Band mostraba un gran afecto por los sonidos rurales que provenían del interior de los EE.UU llevando con orgullo esa bandera en forma de impronta. De todas maneras, no todo surge por casualidad sino que hay muchas causalidades para que el Country, un estilo bien campestre, pueda calar hondo dentro del Rock para luego convertirse en un subestilo de este. A mediados de los ´60 el Folk Rock ya había dejado de ser una promesa para ser una realidad y de la mano de The Byrds que mezcló temas de Dylan con una melodía emparentada con el rock de The Beatles abrió muchas puertas de cambio. El cual no se detuvo acá sino que siguió buscando afinidad dentro de otros estilos, uno de los cuales fue el Country.
Luego de que Parsons disolviera su banda inicial, fue recibido por los Byrds que por ese entonces ya afrontaban tiempos de cambio y de roces dentro de sus integrantes originales. Quizás esta falta de buena comunicación que había entre ellos fue la oportunidad justa para que Parsons los convenciera de realizar un disco de Rock pero con raíces Country como lo fue “Sweetheart of The Rodeo.” De todas maneras, sería injusto adjudicar al primer Lp de este estilo como un mero hecho de casualidades y no hacer hincapié en la fuerte personalidad de Parsons para imponer sus ideales revolucionarios. Incluso no está demás mencionar que el Country es un estilo arraigado de forma muy fuerte a las tradiciones del hombre rural americano blanco. Por este motivo no fue muy bien visto al momento de su edición ya que exponía muchos años de cultura y tradición ortodoxa coqueteando en lo musical con el Rock, una expresión juvenil y poco seria para algunos.
Luego de plasmar ese manifiesto de Country Rock dentro de una banda ya consagrada como The Byrds, Parsons se alejó y formo a los Flying Burrito Brothers con los que editaría dos discos imprescindibles que sirvieron para redondear la figura de él como creador del Country Rock. Sin embargo, después de haber formado parte de todos estos grupos decide emprender una carrera solista la cual fue cortada de forma repentina por su temprana muerte a los 26 años debido a una sobredosis de Heroína. Sólo dejó editados dos discos oficiales, “GP” y “Grievous Angel” y algunos temas que fueron recopilados en discos póstumos. A comienzos de los ´70, Parsons, compañero de excesos de Keith Richards, formó un grupo de acompañamiento llamado The Fallen Angels integrado por varios miembros de la banda que giró con Elvis en Las Vegas. La mención en este relato de Richards no es un detalle menor ya que Parsons de forma directa o indirecta fue influencia para que en los discos de los Stones de esos años haya temas de raíces Country o Honky Tonk. Incluso existe el rumor que el tema “Wild Horses” fue cedido por Parsons a los Stones relegando hasta su autoría.
El disco “Grievous Angel” apareció en el mercado unos meses después del deceso del cantautor y nos muestra un Parsons con la sensibilidad y el alto grado de melancolía y emoción que siempre lo caracterizó en sus canciones donde tributó de manera constante a la tradición Country pero desde una pose de Rock. Para este trabajo contaría, al igual que en el primer disco, con las voces de la gran cantante Emmylou Harris, cuya carrera solista también tiene trabajos muy recomendables. También cuenta con la colaboración de Linda Rondstadt, aún joven y todavía lejos del reconocimiento radial que tuvo ya entrados los ´80.
El álbum comienza con “Return of The Grievous Angel”, un viaje musical en ritmo Honky Tonk que recorre el interior de los EE.UU y muestra la melancolía y el deseo del protagonista de regresar a su hogar. La guitarra de James Burton y el acompañamiento de la dulce voz de Emmylou Harris le dan otro vuelo al tema. “Hearts on Fire”, una vez más con la ayuda vocal de Harris es una balada cuya letra habla sobre el desencanto que genera un amor no correspondido. El ritmo bailable lo pone “I Can´t Dance”, un Rock and Roll muy cercano al de los Stones de los ´70. “Brass Buttons” se desprende cómo una canción triste de corte introspectivo que habla sobre algunos reproches pasados que aún lo condicionaban en su vida. Por la misma senda transita el tema “1000 Wedding” cuya letra habla sobre la esclavitud domestica que puede llegar a ser una mal matrimonio y los tormentos por los que se puede pasar como consecuencia de esto, edulcorado por la emotividad vocal de Parsons y Harris.
A la mitad del Lp aparece un Medley en vivo con las canciones “Cash on The Barrelhead” de los Louvin Brothers, de influencia Bluegrass, y como segundo tema aparece una versión de la canción “Hickory Wind” de The Byrds. Luego de esta especie de “separador”, llega uno de los mejores temas del disco como es “Love Hurts”, una estupenda versión de una canción que también supieron hacer The Everly Brothers entre otros. La cancina y melancólica voz de Parsons se mezcla con la dulce y aguda de Harris formando un ambiente emotivo perfecto. Luego de este golpe por debajo del cinturón Parsons se despacha con una canción dedicada a la capital mundial del entretenimiento, Las Vegas, donde en ritmo de Hillbilly rinde tributo a esta ciudad Americana. Cierra el Lp “In My Hour of Darkness”, un tema compuesto en conjunto por Parsons y Harris en el que habla sobre la fortaleza de espíritu que se debe tener en los momentos malos y de flaqueza.
En el momento de su edición, tanto sus dos trabajos como solista como los realizados con los Flying Burrito Brothers o el “Sweetheart of The Rodeo” que grabo con los Byrds llamaron la atención y le dieron una vuelta de tuerca a un estilo que se había quedado en color sepia y necesitaba una lavada de cara. Parsons aportó toda la juventud que tenía a un estilo bien tradicional de la cultura Americana desde el más profundo de los respetos demostrándole un amor incondicional durante toda su vida. Sin embargo, con el paso del tiempo, es cuando se puede apreciar lo importante que fue el legado de Parsons no sólo dentro de su generación y posteriores, sino también dentro de la música de los siguientes veinte años.
Buena recomendación.
Hubo un tiempo en el que me parecía un tanto exagerada la influencia que se le adjudicaba a Parsons sobre los Stones. Luego fui entendiendo su relevancia. Admito que aún me falta.