Rompé el Chanchito!

Publicado por Mocker , miércoles, 29 de junio de 2011 14:25

5 Discos Mod que no hay que dejar de tener

The Who - "My Generation" 1965

The Who son uno de esos grupos de los cuales se hablo ya de todo, sin embargo nunca va a estar demás volver a mencionarlos dentro de los puntales de la historia del Rock. The Who comenzó su carrera dentro de un movimiento que le quedó corto, muy corto, y decidió emprender la búsqueda hacia nuevos sonidos y otros estilos. El concepto de Ópera Rock comenzó con ellos con el Lp “Tommy”, luego podemos entrar en discusión si fueron los primeros o no en la realización de un álbum conceptual pero sin lugar a dudas fueron la banda más importante hasta ese momento que se “jugaba” a emprender esta aventura. Dejemos de lado esto porque lo que debemos mencionar es su etapa Mod, la primera, la cual para muchos es considerada la más importante y fructífera. En el momento de la edición de su primer Lp “My Generation” de 1965 el mercado musical inglés y más el del Rock ya había ganado su espacio. Los Beatles y los Stones eran los puntales de esa British Invasion con la cual Inglaterra conquistó a EE.UU. De todas maneras, los Who tenían mucha espalda para salir a bancar la parada y esto queda de manifiesto en ese enérgico disco. Antes de la edición de este ya empezaron a darse a conocer con el tema “I Can´t Explain” o “Anyway, Anyhow, Anywhere” donde la calidad de sus integrantes sobresalía de inmediato. La batería del malogrado Keith Moon, la firmeza del bajista John Entwistle, los latigazos de distorsión de Pete Townshend y la energía vocal de Roger Daltrey eran un combo demoledor. Rápidamente captaron la atención de una juventud inglesa de clase media trabajadora que gustaba de la música de Modern Jazz -de ahí el nombre Mod-, del Soul del sello Tamla-Motown y del más puro R&B proveniente de EE.UU. Sin embargo esos jóvenes no sólo se quedaron en lo musical sino que también su movimiento se basó en lo estético, adoptaron en muchos casos una vestimenta elegante, de trajes modernos o de indumentaria sport, como así también peinados típicos y vehículos de transporte que se convirtieron en su marca distintiva como es la motocicleta Vespa con muchos espejos. Incluso, este movimiento tuvo su parte ideológica ya que había un gran respeto y/o apego por el patriotismo adoptando el logo de la Fuerza Aérea Británica como sello distintivo.
Volvamos a los Who y a su primer disco el cual los hizo ser puntales de este movimiento por poseer en su interior todos esos estilos musicales citados anteriormente. El álbum comienza con “Out in The Street” un R&B furioso, crudo en la voz de Daltrey que tiene un gran respeto por la música negra. Esto último queda en evidencia al versionar dos temas de James Brown como es “I Don´t Mind” y “Please, Please, Please”, perfectos tributos al “Padrino” del Soul. También aparecían canciones más Pop pero con mucha impronta como “La La La Lies” y “Much Too Much”, estructuras más emparentadas con el R&B en su versión Mod como “It´s Not True” o “A Legal Matter”, un R&B bien clásico con “I´m a Man” y vetas psicodélicas en “Instant Party (Circles)”. Pero el plato principal esta reservado para dos clásicos generacionales que representan la idiosincrasia juvenil hecha canción en “The Kids are Alright” el cual tiene una melodía seductora en sus coros e instrumentación y el tema garagero “My Generation”. Este último una bola demoledora que va desde el arreglo de bajo exquisito de Entwistle, pasando por la furia en los juegos de tones y bombo de Moon, la urgencia vocal de Daltrey que capta la “tartamudez” de los que se encontraban pasados en pastillas -algo muy de esos años- y por supuesto los latigazos que le propiciaba Townshend a su guitarra.


The Small Faces - "There are But Four Small Faces" 1967

The Who fueron los Mods más reconocidos, sin embargo sólo estuvieron en este movimiento por unos años, ya que luego cambiaron su estilo no sólo musical sino también estético. Sin embargo, si hay que buscar un grupo que sea reconocido, que no haya variado su estilo -más allá de tener ciertos cameos con la psicodelia- y que siempre se haya mantenido en la ejecución de un R&B enérgico con ciertos toques del Northern Soul y del Pop -influencias directas para el Mod- esos eran The Small Faces. Integrados por el enérgico Steve Marriott en voz, y secundado por Ronnie Lane en bajo, Ian McLagan en teclados y Kenney Jones en batería -futuros miembros de The Faces- de a poco se colaron dentro de los mejores y más populares grupos del Swinging London. Los Small Faces, tuvieron a grandes rasgos dos etapas bien delimitadas por los trabajos que realizaron en sus dos sellos grabadores. La primera, junto a Decca donde más allá de tener composiciones propias no eran tan dueños en la toma de decisiones donde grabaron temas más pop o de un R&B más comercial. Para la Decca grabaron un primer Lp que lleva el mismo nombre de la agrupación y luego de la partida de ellos hacia el sello novel Immediate la Decca decide lanzar otro larga duración con material descartado de ese primer trabajo. La otra etapa, quizás la más fructífera del grupo, comienza con el sello del ex manager de los Stones Andrew Loog Oldham, el cual tuvo un buen ojo para captar todo lo interesante que estaba sucediendo en materia artística en la Inglaterra de mediados de los ´60. El sello Immediate a tenido entre sus filas a varios artistas interesantes que grabaron discos que hoy a la distancia son objetos de colección. The Small Faces comienza su etapa más prolífica ya que se sentían más libres en la composición y esto queda de manifiesto en el disco homónimo que graban para este sello y luego la aventura psicodélica llamada “Ogdens Nut Gone Flake” de 1968 el cual en su edición original venía dentro de una lata de tabaco!!. El disco que se encuentra reseñado aquí es la edición americana de ese primer Lp editado para Immediate el cual contiene varios temas que salieron como simples pero que no vieron la luz en el disco de la edición británica. Ya desde los primeros temas se puede apreciar el cambio sonoro de los Small Faces, desde un cuidadoso arreglo en la melodía pasando por una sofisticación en las voces e instrumentación. Algunos de esos temas sobresalientes son “Here Come The Nice”, “Itchycoo Park”, “Green Circles”, “I´m Only Dreaming”, “Tin Soldier” o “My Way of Giving” sólo por nombrar algunas de esas pequeñas joyas.


The Creation - "We are Paintermen" 1967

Un tercer grupo dentro del movimiento Mod -en un escalón muy por debajo en cuanto a popularidad- son The Creation. Sin embargo, hoy a la distancia son considerados un grupo de culto no sólo para la crítica especializada sino también para ciertos devotos de la música de los ´60 en Inglaterra. Como dato de color hay que indicar que entre sus filas contaban con la presencia de Eddie Phillips, el cual en algunas ocasiones tocaba su guitarra con el arco de un violín durante sus actuaciones, mucho antes de que eso sea “patentado” por Jimi Page con los Led Zeppelin. También fue integrante John Dalton que luego dejaría el grupo para unirse a The Kinks en su etapa de los ´70 cuando Pete Quaife dejó la banda de los Hermanos Davies. Ya presentados algunos de los más destacados integrantes comencemos con la historia de The Creation. Luego de grabar algunos simples -que pasaron casi ignorados- decide producirlos Shel Tamy, también productor de The Who. Este volantazo rindió sus frutos ya que los simples que empezaron a publicar empezaron a ser más tenidos en cuenta. Uno de esos sencillos que se ubicaron en los primeros puestos fue “Painter Man”. Luego de un par de cambios en la formación, cantante, bajista y guitarrista incluido acceden a grabar su primer y único Lp “We are Painterman” de 1967 en Alemania. Esto último no es un detalle menor ya que por ese entonces varios grupos ingleses muchas veces eran más tenidos en cuenta en otros países de Europa, caso Alemania, que en sus propias tierras. La huella que dejaron años anteriores los Beatles en su paso por Hamburgo fue importante para que ese país abrace con fervor los sonidos que provenían de Inglaterra. The Creation a pesar de tener una estética bien inglesa y Mod empezaron a perder popularidad dentro de su país y por eso decidieron grabar su Lp en Alemania. Hay una reedición en CD de ese único disco que conserva el mismo arte de tapa y que además de incluir el álbum completo trae los sencillos que fueron editados con anterioridad. En el mismo se encuentran temas propios muy interesantes como el enérgico “Making Time”, el psicodélico “Through My Eyes”, el soulero “Try and Stop Me” y el clásico “Biff Bang Pow” cuya anécdota es que su nombre provenía de las letras que aparecían durante la serie televisiva Batman cuando este junto a Robin golpeaba a los villanos. Luego esta canción sería el nombre del grupo del creador del sello Creation -¿adivinen por quién también debe su nombre?-, pero eso ya es otra historia. También en este Lp se encuentran versiones de temas como “Hey Joe” o “Like a Rolling Stone”. Este grupo es muy interesante para redondear el concepto del Swinging London que se vivía en Inglaterra a mediados de los ´60.


The Artwoods - "Art Gallery" 1966

Los grupos Mod fueron influenciados de forma directa por el R&B y es por este motivo que muchas bandas de este estilo terminan siendo un híbrido entre el Mod y el R&B dando por resultado un Freakbeat. Encumbrar algunas bandas dentro de un estilo puede ser a veces una ardua tarea ya que en esa ebullición sonora que fue los mediados de los ´60 en Inglaterra aparecieron muchos grupos y todos tomaban influencias de varios estilos. Uno de esos grupos fueron The Artwoods, una banda londinense que su música principal era el R&B pero que muchas veces se la suele ubicar dentro del movimiento Mod por su forma de tocar, de vestir y por los circuitos que frecuentaban entre otras cosas. Este grupo quizás hoy a la distancia sea más reconocido por tener entre sus filas al cantante Art Wood, hermano mayor del ahora Stone Ron Wood y por el joven tecladista Jon Lord, futuro integrante de Deep Purple. Al igual que todos sus contemporáneos, The Artwoods antes de llegar a su larga duración editaron varios simples, muchos de ellos por el sello Decca -el mismo de los Stones-, hasta que en 1966 consuman su único Lp llamado “Art Gallery”. Más allá de tener temas tocados con mucha pasión por el R&B y tener varias canciones propias interesantes como también así versiones de otros, nunca llegaron a convencer demasiado en sus ventas dando como resultado la separación del grupo luego del Lp. Luego de esto Art Wood quiso formar una banda con los ex integrantes de The Small Faces, proyecto que no prosperó y Jon Lord se uniría a unos todavía desconocidos Deep Purple, mientras que los demás encararon proyectos interesantes en bandas de Rock Progresivo. Hace unos años se editó “Art Gallery” en formato CD el cual contiene todos los temas que integraron esa placa más algunos simples y Ep´s editados por ese entonces. Entre los temas destacables se pueden encontrar “Sweet Mary”, “Goodbye Sisters”, “Oh Love”, “I Take What I Want” de Sam & Dave o el “These Boots are Made For Walking” de Nancy Sinatra entre otras canciones interesantes. Hoy a la distancia el grupo no es demasiado reconocido pero si ha ganado respeto dentro de los coleccionistas de esa época como así también debido a los nombres que pasaron por su formación algunas veces es incluido como reseña dentro de las enciclopedias de Rock.


The Eyes - "The Arrival of The Eyes" 1966

El estilo Mod tuvo varios grupos en esos pocos años que existió durante la mitad de los ´60, pero muy pocos lograron llegar a grabar un Lp, o sea un larga duración entero. Muchos sólo grabaron con suerte uno, dos, tres o cuatro simples mientras que otros pasaron con más pena que gloria y sólo se los puede enunciar porque no tienen ningún material. Sin embargo, la historia y la tecnología de estos años posibilitan que muchas grabaciones puedan recuperarse con sonidos remasterizados, con un material de fotos y datos que sirven para redondear un capitulo más y darle forma a determinados movimientos musicales. Sabemos que la historia la escriben los que ganan, en este caso bandas ultra conocidas, pero alrededor de ellos existieron otros que sirvieron para edificar tal o cual estilo. Uno de esos grupos Mod que nunca llegó a grabar un Lp pero que si pudo editar algunos simples y un Ep llamado “The Arrival of The Eyes” en 1966 es el grupo londinense The Eyes. Hace algunos años ya se editó en formato CD, con la tapa original de ese Ep un recopilatorio que reúne todas las grabaciones de ellos. Esta banda, a diferencia de otros grupos Mod contemporáneos, no se vestía con la típica indumentaria que caracteriza a este movimiento sino con camisetas a rayas con el dibujo de un ojo en el pecho. El sonido de The Eyes hace mucho hincapié en la distorsión, el feedback, etc. De todas maneras, The Eyes, tenían los ojos puestos -valga redundancia- en el grupo Mod más reconocido como son The Who. No por nada uno de sus temas se llama “My Degeneration”, una respuesta en forma de lado B del tema “My Generation” del grupo de Townshend que tuvo cierto reconocimiento dentro del circuito Mod. Otros temas que también son de la participación de este recopilatorio son el Mod Psicodélico de “When The Night Falls”, con unas guitarras muy similares a The Who. Una canción que ya de tan similar parece copia del “I Can´t Explain” de los Townshend y cía es “I´m Rowe Out”. Luego están la garageras “The Immediate Pleasure” y “You´re Too Much”. También tuvieron lugar algunos covers pero en su versión Mod como son “Man With Money” de The Everly Brothers o “Good Day Sunshine” de The Beatles entre otros. Este recopilatorio incluso tiene temas que son demos de The Eyes y canciones que grabaron cuando se llamaban The Pupils donde rendían tributo a los Stones. Este material es muy interesante para cualquier fan del sonido de los ´60 en Inglaterra y que festeja la aparición de esos tesoros ocultos.

El Infaltable

Publicado por Mocker , miércoles, 22 de junio de 2011 13:33

Teenage Fanclub: "Bandwagonesque" (1991)

El que cree que Escocia dentro del panorama musical es sólo la clásica viñeta del hombre retacón, con patillas voluminosas, vestido de falda y boina a cuadros, portando una gaita mientras camina por verdes praderas, primero sólo se quedo en una postal de su música tradicional y segundo se está perdiendo un capítulo entero dentro del rock reservado para este país del Reino Unido. De todas maneras partamos de la base que Escocia siempre se mantuvo bajo las sombras de la vedette llamada Inglaterra y esto en ciertos casos pudo haber sido beneficioso para muchos grupos de ese país, manteniéndose a un costado y no contagiándose de la vorágine comercial que puede llegar a ser el camino de la consagración.

A mediados de los ´80 en Escocia empezó a gestarse un movimiento que reunió varios grupos de corte indie a los cuales la crítica especializada empezó a denominarlos como C-86. El nombre provenía de un cassette editado en ese año por la revista New Musical Express donde reunía a varios grupos como Primal Scream, The Soup Dragons, The Pastels, The Mighty Lemon Drops y varios más. El estilo de cada agrupación podía llegar a ser diferente uno de otro pero sin embargo todas hacían un gran hincapié en el sonido de las guitarras. Hubo grupos que no aparecieron en ese material pero que también eran deudores de ese mismo sonido y por supuesto compartían la misma contemporaneidad como son los Teenage Fanclub. Esa incipiente movida que se formó en Escocia y que fue característica de ese país no terminó de explotar -que lástima- pero sin embargo se mantuvo lejos de lo comercial -que suerte- el cual hubiera atentado contra ese espíritu independiente y de búsqueda con el que fue creado.

El sonido de los Teenage Fanclub tenía influencias por partes iguales de las guitarras jangles de The Byrds, los arreglos vocales y Power Pop de Big Star, el espíritu de Neil Young y las distorsiones de toda la movida alternativa americana y del Paisley Underground de esos años. De todas maneras, lograr ese sonido le llevó tres Lp hasta que su tercer trabajo, segundo con el notable sello Creation, llamado “Bandwagonesque”, los hizo dar el gran salto dentro de sus contemporáneos. El “gancho” consistió en riffs más controlados bajo un línea más melódica pero con ciertos toques de distorsión. Por el lado de las voces, las armonías de cada uno de ellos sostenidas por la voz principal de Norman Blake le dieron un sonido más pop a sus canciones.

El disco comienza con “The Concept” un tema que se volvió un clásico dentro de su repertorio y uno de los tantos que también lo harían y que se encuentran en este Lp. Abre con un juego de distorsión de guitarra, bien característico de los ´90, con armonías vocales que muestran de forma bien marcada una sensibilidad por la melodía. Los riffs de guitarra y los punteos de este tema fueron inspiración para muchas bandas posteriores. Al promediar el final del tema, Blake y cía se despachan con unos coros encumbrados por los arreglos de fondo de guitarra y cuerdas entregando un inicio de álbum más que auspicioso. “Satan”, es el puente de distorsión y furia rockera, -¿grunge de Escocia?- que nos deja en la puerta de “December”. Este tema tiene una construcción similar al primero, una melodía relajada y optimista con unos arreglos deudores de los Big Star de Alex Chilton.
Si hasta acá el comienzo no te compró, los Teenage Fanclub tenían reservado un as en la manga llamado “What You Do To Me”, un Hit por donde se lo mire que habla por si solo con una duración más que radial, sólo dos minutos que nos hacen renegar que dure tan sólo eso. “I Don´t Know” comienza también con un juego de guitarras pero es en el arreglo de voces donde esta el “gancho” que la vuelven tan adictiva. Ya casi a la mitad del disco podemos hacer una pausa y reflexionar que el sonido de los TF hoy a la distancia es bien característico de esos primeros años ´90 en el Reino Unido pero tienen un alto grado de emotividad que no envejeció nada con el paso del tiempo.

“Star Sign” tiene una urgencia más rockera y directa pero sin correrse ni un centímetro de la melodía que tanto respetan los TF. “Metal Baby”, “Pet Rock” y “Sidewinder” son temas que al igual que los anteriores también tienen un gran trabajo por las armonías vocales. “Alcoholiday” es otro punto fuerte dentro de un disco que quizás la segunda parte no es tan directa como la primera pero que tiene reservados temas como este para seguir degustando. Esta canción reúne en cinco minutos todo por lo que los TF se consagraron, buenos coros, riffs pegadizos, un cariño por las melodías pop pero también por la distorsión y los punteos precisos en el momento exacto.
“Guiding Star” comienza con una voz etérea, sobre una melodía triste pero elegante por partes iguales creando un ambiente hipnótico donde nos muestra la gran influencia que fueron para su carrera sus compatriotas de The Jesus and Mary Chain. El cierre esta reservado para “Is This Music?”, un tema instrumental donde las guitarras -¿quien sino?- crean el ambiente dentro de un sonido marchoso de bajo y batería.

“Bandwagonesque”, en el año de su edición tuvo que disputar los rankings con grandes tanques como el “Nevermind” de Nirvana, “Ten” de Pearl Jam, “Loveless” de My Bloody Valentine, “Screamadelica” de Primal Scream, “Out of Time” de R.E.M o el “Blood, Sugar, Sex, Magic” de los Red Hot Chili Peppers entre otros. Entre las sombras de estos, pudo hacer pie dentro de una escena musical que estaba en tiempos de cambio tanto en EE.UU como en Inglaterra. Incluso hoy se puede apreciar quizás aún más todo el diamante en bruto que significo este disco proveniente de ese movimiento independiente que se gestó en Escocia.

Para muchos los Teenage Fanclub corrieron con la desgracia de editar este Lp en pleno furor por el Grunge, como así también de que Inglaterra aún se encontraba buscando sus nuevos “salvadores del rock”, ya que todos los “soldaditos” que aparecían, Stone Roses, Primal Scream, Suede y varios más no terminaban de erigirse como el camino a seguir hasta que se abrieron las puertas del Brit Pop. Por el otro lado, muchos piensan que el hecho de que estos acontecimientos los hayan corrido de los primeros puestos en discusión, fortaleció aún más la figura de banda de culto que se formo en ellos ya que no perdieron el espíritu Indie más allá de tener un álbum sobresaliente y pseudo comercial como este. Los Teenage Fanclub -aún vigentes- luego de este trabajo seguirían con Lp´s de muy buena cepa como son “Thirteen” o “Grand Prix”, discos que no tienen nada que envidiarle a este “Bandwagonesque”, pero es con este último con el que pudieron plasmar su sonido tan personal.

Revisando los Rincones

Publicado por Mocker , miércoles, 15 de junio de 2011 15:45

Gram Parsons: "Grievous Angel" (1974)

De cada estilo musical siempre hay una, dos y hasta tres figuras que sobresalen del resto. Muchas veces la crítica especializada, ya con el legado del artista encima, le suele poner rótulos como “el padrino de tal cosa” o “el padre de tal otra” entre otros apodos. La gran mayoría de las veces suele ir de la mano del marketing y la “venta” del artista, sin embargo en muchas otras es un sinónimo fiel de lo que significó para la industria musical y para un estilo en particular. Dentro del Country Rock, un estilo bien Americano, más precisamente de EE.UU, y que tuvo su época de plenitud a fines de los ´60 y principios de los ´70 contó con artistas referentes como The Eagles, New Riders of The Purple Sage, The Flying Burrito Brothers y un período de The Byrds entre varios grupos más.

De todas maneras en  las dos últimas bandas mencionadas hubo un integrante como lo fue Gram Parsons, el cual es considerado uno de los creadores del Country Rock. Parsons ya desde el principio de su carrera musical junto a The International Submarine Band mostraba un gran afecto por los sonidos rurales que provenían del interior de los EE.UU llevando con orgullo esa bandera en forma de impronta. De todas maneras, no todo surge por casualidad sino que hay muchas causalidades para que el Country, un estilo bien campestre, pueda calar hondo dentro del Rock para luego convertirse en un subestilo de este. A mediados de los ´60 el Folk Rock ya había dejado de ser una promesa para ser una realidad y de la mano de The Byrds que mezcló temas de Dylan con una melodía emparentada con el rock de The Beatles abrió muchas puertas de cambio. El cual no se detuvo acá sino que siguió buscando afinidad dentro de otros estilos, uno de los cuales fue el Country.

Luego de que Parsons disolviera su banda inicial, fue recibido por los Byrds que por ese entonces ya afrontaban tiempos de cambio y de roces dentro de sus integrantes originales. Quizás esta falta de buena comunicación que había entre ellos fue la oportunidad justa para que Parsons los convenciera de realizar un disco de Rock pero con raíces Country como lo fue “Sweetheart of The Rodeo.” De todas maneras, sería injusto adjudicar al primer Lp de este estilo como un mero hecho de casualidades y no hacer hincapié en la fuerte personalidad de Parsons para imponer sus ideales revolucionarios. Incluso no está demás mencionar que el Country es un estilo arraigado de forma muy fuerte a las tradiciones del hombre rural americano blanco. Por este motivo no fue muy bien visto al momento de su edición ya que exponía muchos años de cultura y tradición ortodoxa coqueteando en lo musical con el Rock, una expresión juvenil y poco seria para algunos.

Luego de plasmar ese manifiesto de Country Rock dentro de una banda ya consagrada como The Byrds, Parsons se alejó y formo a los Flying Burrito Brothers con los que editaría dos discos imprescindibles que sirvieron para redondear la figura de él como creador del Country Rock. Sin embargo, después de haber formado parte de todos estos grupos decide emprender una carrera solista la cual fue cortada de forma repentina por su temprana muerte a los 26 años debido a una sobredosis de Heroína. Sólo dejó editados dos discos oficiales, “GP” y “Grievous Angel” y algunos temas que fueron recopilados en discos póstumos. A comienzos de los ´70, Parsons, compañero de excesos de Keith Richards, formó un grupo de acompañamiento llamado The Fallen Angels integrado por varios miembros de la banda que giró con Elvis en Las Vegas. La mención en este relato de Richards no es un detalle menor ya que Parsons de forma directa o indirecta fue influencia para que en los discos de los Stones de esos años haya temas de raíces Country o Honky Tonk. Incluso existe el rumor que el tema “Wild Horses” fue cedido por Parsons a los Stones relegando hasta su autoría.

El disco “Grievous Angel” apareció en el mercado unos meses después del deceso del cantautor y nos muestra un Parsons con la sensibilidad y el alto grado de melancolía y emoción que siempre lo caracterizó en sus canciones donde tributó de manera constante a la tradición Country pero desde una pose de Rock. Para este trabajo contaría, al igual que en el primer disco, con las voces de la gran cantante Emmylou Harris, cuya carrera solista también tiene trabajos muy recomendables. También cuenta con la colaboración de Linda Rondstadt, aún joven y todavía lejos del reconocimiento radial que tuvo ya entrados los ´80.

El álbum comienza con “Return of The Grievous Angel”, un viaje musical en ritmo Honky Tonk que recorre el interior de los EE.UU y muestra la melancolía y el deseo del protagonista de regresar a su hogar. La guitarra de James Burton y el acompañamiento de la dulce voz de Emmylou Harris le dan otro vuelo al tema. “Hearts on Fire”, una vez más con la ayuda vocal de Harris es una balada cuya letra habla sobre el desencanto que genera un amor no correspondido. El ritmo bailable lo pone “I Can´t Dance”, un Rock and Roll muy cercano al de los Stones de los ´70. “Brass Buttons” se desprende cómo una canción triste de corte introspectivo que habla sobre algunos reproches pasados que aún lo condicionaban en su vida. Por la misma senda transita el tema “1000 Wedding” cuya letra habla sobre la esclavitud domestica que puede llegar a ser una mal matrimonio y los tormentos por los que se puede pasar como consecuencia de esto, edulcorado por la emotividad vocal de Parsons y Harris.

A la mitad del Lp aparece un Medley en vivo con las canciones “Cash on The Barrelhead” de los Louvin Brothers, de influencia Bluegrass, y como segundo tema aparece una versión de la canción “Hickory Wind” de The Byrds. Luego de esta especie de “separador”, llega uno de los mejores temas del disco como es “Love Hurts”, una estupenda versión de una canción que también supieron hacer The Everly Brothers entre otros. La cancina y melancólica voz de Parsons se mezcla con la dulce y aguda de Harris formando un ambiente emotivo perfecto. Luego de este golpe por debajo del cinturón Parsons se despacha con una canción dedicada a la capital mundial del entretenimiento, Las Vegas, donde en ritmo de Hillbilly rinde tributo a esta ciudad Americana. Cierra el Lp “In My Hour of Darkness”, un tema compuesto en conjunto por Parsons y Harris en el que habla sobre la fortaleza de espíritu que se debe tener en los momentos malos y de flaqueza.

En el momento de su edición, tanto sus dos trabajos como solista como los realizados con los Flying Burrito Brothers o el “Sweetheart of The Rodeo” que grabo con los Byrds llamaron la atención y le dieron una vuelta de tuerca a un estilo que se había quedado en color sepia y necesitaba una lavada de cara. Parsons aportó toda la juventud que tenía a un estilo bien tradicional de la cultura Americana desde el más profundo de los respetos demostrándole un amor incondicional durante toda su vida. Sin embargo, con el paso del tiempo, es cuando se puede apreciar lo importante que fue el legado de Parsons no sólo dentro de su generación y posteriores, sino también dentro de la música de los siguientes veinte años.

Pará las Orejas!

Publicado por Mocker , jueves, 9 de junio de 2011 2:40

Keren Ann: "101" (2011)

Hace ya varios años que la música francesa se corrió un poco de sus niñas mimadas, la Chanson y el Folk para acercarse a un sonido más moderno y contemporáneo. Incluso en algún momento Francia fue punta de lanza dentro de una movida electrónica y ahora ya han ganado su espacio dentro de un rock que mezcla esto ultimo junto a sonidos más electrónicos. Desde los Air, Daft Punk, Rinocerose y un par de grupos más se comenzó a gestar una nueva rama de la música francesa y empezaron a torcer el “acartonamiento” por el que estaba pasando la misma. Incluso, llegaron a “jugarse” al cantar en algunos casos en inglés y no en su idioma natal. Sabemos que si existe un país ultra defensor de su idioma ese es Francia, pero también somos concientes que el idioma que domina el mundo es el Inglés y muchas veces es más fácil para insertarse en estos mercados el cantar y componer en este último antes que en su lengua madre. Ejemplos de grupos que deciden cantar en Inglés y no en el idioma de su país originario hay muchos y en todos los mercados, Islandia, Suecia y una larga lista más. Sin embargo, en un país ortodoxo como Francia no debe haber sido fácil empezar a torcer la historia. De todas maneras, muchos otros artistas, también contemporáneos, pero ya en una veta más de cantautor como puede ser Benjamín Biolay -muchas veces comparado con Serge Gainsbourg- a pesar de coquetear siempre con el Rock, sigue defendiendo a la Chanson en algunas de sus composiciones y esto queda de manifiesto -entre otras cosas- al seguir utilizando el francés en sus letras. Esto es un claro ejemplo que se puede convivir en lo musical con varios idiomas y estilos musicales sin caer en la ortodoxia extrema y cerrarse ante las nuevas cosas que pueden estar sucediendo.

Un ejemplo de esto último, ya en su veta femenina, es el de Keren Ann, una artista que viene hace ya casi una década editando discos entre el Folk y la Chanson pero es con este último trabajo, “101”, con el que se despega un poco de la tradición a la cual siempre se las encumbro a las artistas musicales femeninas en Francia como fueron Francoise Hardy, France Gall, Jane Birkin, Sylvie Vartan y un largo etcétera.

Keren Ann, cuya nacionalidad es holando-israelí vivió desde los 11 años en Francia y se influenció por todas estas artistas anteriormente mencionadas, sin embargo el idioma que utiliza en sus canciones es el inglés y el sonido de su última placa esta muy lejos de ser el de la típica chica con su guitarra al hombro sino que se acercó más a los sonidos contemporáneos. El disco “101” fue compuesto, escrito, arreglado y producido de forma integra por ella y va jugando entre varios estilos, desde el Electro Pop hasta el Low-Fi, siempre encumbrado -aunque sus letras son en inglés- bajo el típico charm francés que tanto nos puede encandilar.

El álbum comienza con el single “My Name is Trouble” un tema hipnótico, bailable pero en onda Low-Fi y Dream Pop. Tiene características electrónicas que se van envolviendo con la dulce voz de Ann que lo pueden convertir sin dudas en uno de los temas del año. Como contraposición del pegadizo comienzo aparece “Run With You”, un tema muy deudor de las baladas francesas de las artistas mencionadas anteriormente. Tiene un halo de misterio y tragedia en su composición que la vuelven atractiva y mucho de esto se debe al arreglo coral de la canción.

“All The Beautiful Girls”, ya en tono más acústico nos termina de comprar con una dulce melodía que nos arropa mientras la letra de la canción nos habla sobre el papel de incomprensión de la mujer y sus relaciones con el sexo masculino. Otras canciones de similares características sonoras pueden ser “You Were on Fire” y “Song From a Tour Bus”, las cuales son en una tonalidad acústica pero con un arreglo de fondo de orquesta que se mezcla de forma perfecta con la etérea voz de Ann.
“Sugar Mama”, tiene un sonido más moderno y pegadizo, es una canción Pop apta para chicas cándidas pero que ocultan siempre un lado oculto y prohibido. La composición del tema está muy emparentada con los sonidos de los ´60 tanto de la generación de chicas Yé-Yé como del denostado Bubblegum -pop pegadizo y muy comercial- de mediados de esa década. Este tema es un muy buen intermedio bailable que se mezcla entre canciones acústicas. “She Won´t Trade It For Nothing” continua con esa línea de reflejar canciones de un sonido deudor de los ´60 edulcorado para estas épocas.

“Blood in My Hands”, tiene un sonido también muy retro, y un repiqueteo de la percusión y de los teclados que le dan una textura interesante a un tema tragi-cómico cuya letra habla sobre una relación bastante particular y violenta entre una mujer y un hombre. La música, la voz y un violín -con aires afrancesados- acompañan un relato tenebroso que se vuelve amigable por la forma musical de composición.

Llegando al final del disco nos encontramos con “Strange Weather”, un tema que bajo un tono orquestal de fondo se luce la telúrica voz de Keren Ann creando un marco y redondeando un buen final de álbum en el in-crescendo con aires trágicos que se va transformando la canción. Sin embargo, el desenlace del trabajo lleva el título homónimo al disco, en el cual es una narración en cuenta regresiva de sucesos históricos, culturales, cotidianos, etc. mientras que de fondo suena un arreglo repetitivo de percusión y teclados.

El disco “101”más allá de ser de una constante búsqueda que sirvió para que Ann cambie -para bien- el camino musical de su carrera acercándose a sonidos más contemporáneos que apunten a fortalecer su carrera, también nos deja un sabor a buen gusto que puede ser el disparador -tal cual como lo demuestra su tapa- para investigar un poco más sobre el encanto de la chanson francesa.

Popcorn

Publicado por Mocker , jueves, 2 de junio de 2011 13:03

Blur: "No Distance Left To Run"

Uno de los acontecimientos que están sucediendo por estos últimos años, y cada vez con más asiduidad, que sirven para que la industria del rock se sacuda la modorra de vez en cuando, son las famosas “reuniones” de los grupos consagrados. Muchos pueden ser los motivos por los que los integrantes de esas bandas deciden fumar la pipa de la paz y reunirse una vez más todos juntos arriba de un escenario como en sus años dorados. Algunas de las razones por las cuales pudieron “limar” sus asperezas pueden ser el paso de los años el cual sirve para cerrar todas las heridas, un acercamiento de nuevo en cuanto a similitudes artísticas y/o compositivas y así unas cuantas más, pero seguro la que tiene un alto índice de protagonismo en esto es el factor económico. La industria musical y más la del rock siempre se movió y se moverá bajo los fríos números del dinero. Poder reunir a esas personas que están distanciadas durante tanto tiempo para hacerlos subir al escenario en pos de que sus fans consuman todo el combo de nuevo disco-gira mundial y un largo etcétera es un negocio redondo. Muchas veces queda de manifiesto “el negocio” ya que la propuesta de nuevo material/ideas es casi nula pero sin embargo en otras ocasiones es recibida con los brazos abiertos esa nueva oportunidad que se abre para poder ver una vez más a una banda legendaria reunida arriba de un escenario. Ejemplos hay muchos, para todos los estilos y edades, algunas bandas llevan más años encima de ese “divorcio” que otros grupos y varios etcéteras más que condicionan y le dan otro color a la reunión.

Una de las “¿separaciones?” más recientes fue la del grupo británico Blur. La banda liderada por el siempre inquieto Damon Albarn fue uno de los bastiones principales del Brit Pop de los ´90 en Inglaterra liderando junto con Oasis la lista de discos más vendidos que sirvió para que el Reino Unido tuviera un nuevo renacer de la cultura musical como lo fue en los ´60. Sin embargo, fue más un distanciamiento que una separación la que tuvieron los Blur ya que entrado el siglo XXI, se podía vislumbrar que cada integrante apuntaba para una dirección e interés diferente. La dupla Damon Albarn-Graham Coxon -cerebros de la agrupación- se encontraban por esos días con diferencias cada vez más notorias. Albarn estaba abocado cada vez más a su nuevo grupo, Gorillaz, y destinaba todo su tiempo y buena voluntad compositiva a este último más que al grupo con el cual se dio a conocer. La jugada de Albarn fue bastante arriesgada porque formo un grupo de fantasía integrado por dibujos animados, los cuales iban a ser proyectados en una pantalla gigante en los conciertos mientras que la banda real iba a interactuar de forma sincronizada detrás del telón. No se puede culpar a Albarn de querer -quizás también por una cuestión psicológica- apartarse de la exposición que le generaba el liderazgo de Blur para refugiarse entre las sombras de unos dibujos animados y abocarse a lo que realmente le daba felicidad, la búsqueda de nuevos sonidos, texturas y composiciones. Un capítulo aparte, y uno de los que pudo haber hecho mucha mella en esto, fue la rivalidad que creó la prensa con los Oasis y todo el desgaste que esto le pudo haber generado de forma psicológica. Coxon por su parte fue el primero en dar el portazo e irse y también se aboco a un proyecto solista con una banda más tradicional y un estilo un poco más emparentado al de Blur y no tan experimental como lo fueron los proyectos paralelos de Albarn. Alex James, bajo, y Dave Rowntree, batería, aceptaron la propuesta de la separación y cada uno buscó intereses personales, por afuera de la música estos últimos.

Aclarado ya cuales pudieron ser los motivos de ese desgaste que provocó el distanciamiento aboquémonos a esa reunión que empezó a gestarse ya a finales del 2008 con rumores de que los cuatro integrantes originales de Blur volverían a tocar juntos arriba de un escenario. La industria musical rápida de reflejos no iba a dejar pasar esta movida y ni lenta ni perezosa decidió lanzar un DVD doble de Blur que encumbre todo ese proceso. El DVD “No Distance Left To Run” lanzado en 2010, cuenta con un primer disco que es un documental el cual retrata y refleja los comienzos de la banda y los pormenores de la gira que los lleva a recorrer toda Inglaterra promocionando su reunión. Las imágenes que se usan son de archivo, los cuales nos muestran a unos jovencísimos Blur mientras se van mechando con entrevistas realizadas a ellos durante la gira en distintas ciudades. Se pueden ver fragmentos de conciertos realizados en varias ciudades como en la estación de trenes de Essex, donde “debutaron” con la gira mientras el documental nos cuenta la historia de sus comienzos con un primer disco “Leisure”, muy deudor del sonido Madchester, luego su caótica primer gira por los EE.UU ya que para ese entonces había explotado el Grunge en ese país. Las entrevistas nos dejan ver a un Albarn contándonos con detalles como empezó a torcer la dirección musical de Blur buscando volver a revalorizar la cultura y música británica ya que el Grunge comenzaba a hacerse fuerte también en Inglaterra. Discos como “Modern Life is Rubbish”, “Parklife” y “The Great Escape” son considerados la trilogía básica musical de una generación que estaba orgullosa de ser inglesa y no necesitaba del capitalismo Americano. Por supuesto que había otros grupos contemporáneos a Blur que también hicieron a la cosa para que ese nuevo “amanecer” británico estuviera vigente durante toda una década.

Un capítulo aparte esta reservado para la enemistad que se suscitó con los Oasis y esa “guerra de bandas” que no se vivía en Inglaterra desde los Beatles y Stones. Promediando el final del documental nos muestra a los Blur ya bastante distanciados y luego de la “resaca” que fue la fiesta de la llamada Cool Britannia en discos como “Blur”, “13” y el ultimo “Think Tank”. El final del DVD nos regala una viñeta de un Albarn emocionado por todo lo vivido con los Blur, un Coxon arrepentido de haberse ido por la puerta de atrás y una reconciliación de los cuatro cuyo marco final es el concierto de Glastonbury junto a las fechas en el Hyde Park.

El segundo DVD de este “No Distance Left To Run” está reservado para el concierto completo que dieron en el Hyde Park el 2 de Julio de 2009. La lista de temas contiene todos los éxitos que realizó Blur desde su primer Lp hasta el último. “She´s So High”, “Girls & Boys”, “There´s No Other Way”, “Beetlebum”, “Coffee and TV”, “Tender”, “Country House”, “Chemical World”, “End of a Century”, “To The End”, “Song 2”, “For Tomorrow” y “The Universal” son algunas de las canciones que integran esa lista de 26 temas que incluye el concierto.

Un dato de color es que el siguiente DVD fue nominado como Mejor Video de Larga Duración para los Premios Grammy aunque perdió contra otro excelente documental como es el “When You´re Strange” de The Doors, el cual tiene los relatos de Johnny Deep. Por último queda decir que la excusa de una reunión ante el distanciamiento de los integrantes de Blur es recibida con los brazos abiertos seas o no fan de ellos primero por el buen documental que sirve para redondear y darle forma a ese acontecimiento que vivió la industria musical inglesa en los ´90 y por último porque viene acompañado del recital de una de las bandas más importantes de los ´90 no sólo inglesa sino ya a nivel mundial.

Trailer Documental


"Girls & Boys"


"Coffee and TV"


"Parklife"


"Song 2"


"The Universal"