Rompé el Chanchito!

Publicado por Mocker , miércoles, 22 de mayo de 2013 14:56

5 Discos de Dream Pop que no hay que dejar de tener

Cocteau Twins - “Treasure” 1984
Dream Pop, bajo este rótulo se encuentran varios artistas que ya a comienzos de los ´80 -siempre entre las sombras- edificaron un género que hace honor a su nombre, Pop de ensueño, y no precisamente porque sus melodías sean soporíferas y/o aburridas, sino todo lo contrario porque creaban un ambiente entre voces e instrumentaciones que volvían etéreos a sus sonidos. Sin dudas, esta música no es para cualquier momento, es intimista y hasta solitaria y no es para cualquier estación del año y hasta es precisa si se quiere para la temporada Otoño-Invierno. El Dream Pop tiene un hermano que lo acompañó y lo suele acompañar casi siempre ya que son contemporáneos en su nacimiento y gestación como es el Shoegaze. Muchas bandas tienen una mezcla de estos dos estilos pero por supuesto algunos inclinan más la balanza para uno de los dos. Si hay un grupo insignia que podría ser uno de los principales ejemplos del Dream Pop esos son los escoceses de Cocteau Twins. Liderados por la sensitiva y dulce voz de Elizabeth  Fraser y por los precisos y puntuales arreglos de guitarra de Robin Guthrie crearon un sonido que apoyados en melodías etéreas y oníricas fueron y son aún las delicias de cualquier habitación de un adolescente sensible. Su tercer Lp “Treasure” (1984) -ya con su formación más clásica: Fraser, Guthrie y Raymonde- es quizás su mejor trabajo donde la voz de Fraser toma un claro protagonismo y pasa a ser casi un instrumento más. No está demás recordar, que en muchas ocasiones, en estos tipos de grupos quizás la letra de una canción no sea un punto tan importante, ya que muchas veces se mencionan palabras o expresiones sin significado alguno pero que sirven para adornar al tema. El disco abre con “Ivo”, una canción dedicada a Ivo Watts, uno de los fundadores del excelente sello 4AD, principal artífice de la generación de este estilo y muchas  exquisitas cosas más de los ´80 que aún hoy sigue en vigencia editando artistas muy interesantes, casi sin moverse de su ideología fundacional. Luego vendría “Lorelei” el pequeñito hit del álbum y digo esta palabra porque no tuvo las repercusiones radiales que correspondían pero al instante se percibe la joyita Pop que es. Luego vendrán temas más oscuros y atmosféricos como “Beatrix” o algunos más Post Punk-Dark bien edulcorados con “Persephone” y “Cicely”. La belleza y el entramado Pop de melodías se hacen presentes de nuevo en “Pandora” o “Amelia”. El final esta reservado para “Domino”, una larga canción que resume la propuesta del grupo, sonidos oníricos y ensoñados y esos porque no cantos de sirena en la voz de Fraser. Sin dudas si se escucha “Treasure” en el tiempo y espacio adecuado puede llegar a ser un viaje sensorial.

“Lorelei”


This Mortal Coil - “It'll End in Tears” 1984
Los This Mortal Coil fueron el proyecto musical y el -¿Supergrupo?- del sello 4AD, donde el fundador Ivo Watts reunió a los mejores y más conocidos artistas de su discográfica para su creación. Por supuesto pasaron por las filas de This Mortal Coil músicos de otros sellos que veían con agrado participar de este proyecto. Algunos de los tantos que colaboraron en esta aventura fueron los Colourbox, Dead Can Dance, Wolfgang Press, Cindytalk, Howard Devoto (Buzzcoks-Magazine) y los más participativos y casi columna vertebral, Cocteau Twins. Su existencia dejo tres discos desde 1984 hasta 1991 pero es quizás el primero “It´ll End in Tears”, uno de los más llamativos. Quizás favorecido porque su lanzamiento fue durante el momento más álgido, si se quiere, del género Dream Pop. La premisa de This Mortal Coil era realizar además de canciones originales, covers de artistas varios como hicieron con los Big Star, Roy Harper, Gene Clark y Tim Buckley entre varios otros más. Justamente la versión de este último en la canción “Song To The Siren”, tema que se encuentra en este Lp, es quizás la más recordada o sobresaliente de los This Mortal Coil. Liderados por la voz encantadora de Elizabeth Fraser y por esos arreglos de guitarra etéreos magnifican un tema introspectivo y/o sensitivo que en su original dista mucho de esta versión. Sin dudas uno de los mejores highlights, no sólo del grupo, sino ya del sello 4AD. Otra versión es la del tema que abre el álbum, “Kangaroo” -original del tercer álbum de los Big Star- donde Gordon Sharp, vocalista de Cindytalk, comanda la voz principal de otra canción suave y delicada. Además de estos dos temas anteriores que fueron lanzados como simples teniendo ambos incluso sus respectivos videos, los otros covers más sobresalientes son “Holocaust” de los Big Star de nuevo, “Another Day” de Roy Harper o el más roquero de todas las canciones del Lp “Not Me” de Colin Newman. Los This Mortal Coil sin llegar a ser un grupo regular ya que no nos olvidemos que se trata de un proyecto y de un ensamble de varios artistas termina siendo otro de los pilares del Dream Pop. 

“Song To The Siren”


Mazzy Star - “So Tonight That I Might See” 1993
Que lástima que los Mazzy Star sean para muchos sólo los creadores del excelente tema “Fade Into You”. El tema más reconocido por todos, ese del cual todos lo habrán escuchado alguna vez sin saber incluso de quien se trataba, perdiéndose sólo sin dejar rastro de su paso pero dejando esa sensación de satisfacción durante los minutos que dura la canción. “Fade Into You” es el track que inicia el segundo larga duración de los Mazzy Star, “So Tonight That I Might See” (1993), Lp que continúa pero en mejor calidad lo realizado en “She Hangs Brightly” (1990), ese entramado melancólico y nostálgico Pop de ensueño. Disco exacto para una fría y solitaria tarde lluviosa. Sin embargo los Mazzy Star son mucho más que un tema, y esto se debe a la misteriosa voz de Hope Sandoval. Desde el desgano exacto al cantar para crear un clima perfecto en “Bells Ring” a la pureza de “Into Dust”, pasando por la oscura “Mary of Silence”, la introspección de “Five String Serenade” y “Blue Light” entre otras. Promediando el final del disco decae o quizás ya se vuelve un poco reiterativa la propuesta pero “So Tonight That I Might See”, es un disco que a pesar de ya tener más de veinte pirulos encima aún suena muy actual, aunque siempre sobrevuele ese típico sonido de los ´90. El último Lp de la banda vendría tres años después donde la escena ya había cambiado varias veces, el Grunge ya estaba de vuelta dándole paso a la fiesta inglesa llamada Brit-Pop, hizo que “Among My Swan” (1996) pasara con más pena que gloria, también en parte porque no estuvo nunca a la altura de sus anteriores trabajos. 

“Fade Into You”


Mojave 3 - “Ask Me Tomorrow” 1996
El Dream Pop tuvo un hermano directo que fue y es el Shoegaze y para muestra basta un botón, el muy buen grupo Shoegaze Slowdive siempre se movió en el filo de estos dos estilos, haciendo más hincapié en el genero de los grupos que miran hacia sus pies, inmersos en la música, en vez de la típica mirada de frente al público, de ahí el nombre Shoegazer. Sin embargo, luego de haber disuelto la agrupación al haber lanzado su último Lp, “Pygmalion” (1995), -de corte más enigmático y algo electrónico- deciden reunirse ese mismo año y comenzar un nuevo proyecto, en este caso más emparentado al Dream Pop, llamado Mojave 3. Para la edición de su primer Lp, “Ask Me Tomorrow”, ¿donde fue que cayeron? y sí claro en el sello 4AD como debía ser, la cuna del Dream Pop. Sin embargo, el estilo de Mojave 3 no sólo se reduce a este genero sino que también más adelante en su discografía su sonido tiene retazos de un Alt-Country, bien British por supuesto, una suerte de Spaguetti Western de algo bien Americano si lo comparamos con el Cine. Las voces son bien claras, quizás no tan ensoñadas como es habitual en el Dream Pop pero si cancinas, aletargadas y melosas. La música ya desde el primer tema y simple del disco como es “Love Songs On The Radio” con la dulce voz de Rachel Goswell bien al frente y acompañada por los arreglos etéreos de guitarra de Neil Halstead nos adelantan con lo que nos vamos a encontrar a lo largo del Lp. Sonidos simples, naturales, con muy pocos o quizás precisos efectos es la propuesta de Mojave 3 en “Ask Me Tomorrow”, un disco que se deja escuchar de forma lineal donde temas como “Sarah”, “Tomorrow's Taken”, “After All”, “Where Is the Love” o “Mercy” entre otros, forman parte de un conjunto. Luego de este disco los Mojave 3 torcerían un poco el rumbo, su sonido ya no sería tan Dream Pop, y esto queda en evidencia en su segundo larga duración, “Out of Tune” (1998), pero esto ya es otra historia.

“Love Songs on The Radio”


Beach House - “Teen Dream” 2010
El Dream Pop es un estilo que se acuño a mediados de los ´80, sin embargo, hace ya un par de años, pareciera haber una suerte de llamémoslo Revival ya que empezaron a aparecer muchos grupos deudores de ese sonido etéreo y ensoñado, mezclado también con ciertos retazos de Shoegaze. De todas maneras, no llega a ser un Revival en su forma más pura ya que la propuesta de estos grupos, algunos muy buenos, otros muy obvios, suele ser renovada en cuanto a imagen y no una pose nostálgica de un tiempo pasado. Uno de esos grupos muy recomendables es el dúo de Baltimore que integran Alex Scally y Victoria Legrand llamado Beach House. Sin dudas, de todos los mencionados anteriormente son los más actuales y se ganaron un lugar de respeto no sólo dentro del género sino también del rock actual con su tercer Lp “Teen Dream” (2010). Este disco se ubico en muchas listas de rock internacional como el mejor álbum de ese año y bien merecido lo tiene. Por supuesto, ese salto de calidad fue progresivo tan es así que para este Lp firmaron con el sello Sub Pop, dejando atrás al modesto, pequeño y bien Indie Carpark con el cual editaron su dos primeros trabajos. Ese Dream-Folk-Pop ensoñado y de dormitorio salió de la habitación con “Teen Dream”, cuyo titulo deja en claro las referencias al ensueño adolescente que hace tanta mella al género. Ya desde el comienzo con “Zebra”, ponen sobre el tapete que su sonido por más que siga por el mismo camino, ya es my diferente en cuanto a calidad que en su anterior Lp, “Devotion” (2008), razones puede haber muchas, maduración compositiva e instrumental, haber abandonado las cajas de ritmos por batería y percusiones reales, voces nítidas y una producción más profesional. La voz de Legrand -y no es la chiqui- es excelente, logrando pasar del susurro al desgarro sin perder la intensidad y la confianza en si misma logrando clímax que antes no lograba redondear. Los temas van pasando desde “Silver Soul”, “Norway”, “Walk in The Park”, “Real Love” y “Take Care” entre otras donde el detalle y los precisos arreglos nos van entrando en nuestros sentidos, conquistándonos y haciéndonos caer rendidos a ese Pop ambiental y de melodías ensoñadas. “Teen Dream” es la consolidación del sonido de Beach House, cosa que demostraron en su más reciente álbum ,“Bloom” (2012), el cual podría ser visto como una continuación del que por ahora es quizás su mejor obra.

“Walk in The Park”

Obituario

Publicado por Mocker , martes, 21 de mayo de 2013 13:34

Adiós al "Jinete en la Tormenta"

Ray Manzarek
1939-2013


El Infaltable

Publicado por Mocker , miércoles, 8 de mayo de 2013 15:26

Alice Cooper: "Love It To Death" (1971)

El rock, como tantas otras expresiones artísticas, se disfruta también desde lo visual, desde los ojos. Se dice, y esto es un gran acierto, que todo lo que ve nuestra retina queda grabado en nuestro subconsciente, y una sensación o sentimiento que nos puede producir algo, se magnifica o por el contrario se reduce en nuestro concepto o idea que se tenía sobre algo. Lo visual, en este caso las presentaciones del o los artistas siempre fueron una pata importante del sostén musical en la venta de una canción, Lp etc. Incluso el arte de tapa como concepto ya casi a finales de los ´60 se imponía como una garantía de venta de un producto, pero eso ya es otra historia. Las presentaciones en vivo en muchos casos terminaban siendo más importante que el mismo disco que se ejecutaba. Presentaciones incendiarias como las de Arthur Brown, rompedoras de instrumentos como las de The Who, psicodélicas como las de The Move o con ambientaciones de terror de cine clase B como las de Screaming Lord Sutch son sólo algunos primeros ejemplos de artistas que llevaban a la máxima expresión la ejecución de sus temas sobre el escenario. 

Entender que las presentaciones en vivo de un artista de rock es dar un espectáculo y entretener al público fue una premisa que fue tomando cada vez más fuerza dentro de algunos grupos y en muchas ocasiones esto fue casi el leitmotiv de ellos que hicieron o encaminaron su carrera en base a esto. Poder definir con ciencia cierta quien fue el primero en traspasar la barrera de lo meramente musical y unirlo con lo visual sería una tarea casi quijotesca y hasta innecesaria. Lo que si se puede asegurar es quienes fueron esos primeros y/o más importantes grupos de este género. 

A fines de los ´60 hubo una agrupación comandada por el ignoto Vincent Damon Furnier, más conocido luego bajo el pseudónimo de Alice Cooper -tomando el nombre de su grupo como propio- que hoy a la distancia se la ubica como los más fieles exponentes del ¿¡Shock Rock!?. Este genero más allá del nombre sirve para ejemplificar que su sonido estaba bien marcado por un sentido teatral, ya que se subían al escenario maquillados bajo un aspecto siniestro -hoy serían casi unos bebes de pecho- y unas presentaciones muy provocativas que incluían ejecuciones con guillotina, sillas eléctricas, serpientes, cuchillos, sangre artificial y fuego por doquier. Alice Cooper quería personificar o rendir un tributo a sus gustos no sólo musicales sino de cine o literatura oscura y de terror, casi como una visión romántica del asunto en lo más puro de la palabra.

Sin embargo, el personaje de Alice Cooper no nació de la noche a la mañana o mejor dicho de la noche a la noche sino que se fue forjando con el correr de los años, las estéticas contemporáneas que lo rodeaban -el Glam Rock- y los sonidos o estilos musicales que empezaban a aparecer -el Hard Rock-, fueron algunos de los ítems que forjaron su personalidad que aún hoy mantiene vigente. Los dos primeros Lp´s del grupo cuando el nombre de Alice Cooper aún encumbraba a la agrupación y no al personaje, son dos trabajos que los encontraba erráticos, sin poder hacer pie de forma precisa ya que su estilo musical era un híbrido de la Psicodelia y la música Experimental circa Frank Zappa -esos álbumes se grabaron en el estudio de él- y aún los encontraba bien lejos del típico sonido que los volvió famosos. De todas maneras, ya la personalidad y la estética de Furnier comenzaba a mutar al igual que el sonido de la agrupación y se podría indicar que el puntapié inicial de esa transformación es en su tercer larga duración llamado “Love It To Death” (1971). Luego vendrían discos con una estética cada vez más marcada -maquillajes incluidos- como en “Killer” (1971), “School´s Out” (1972) o “Billion Dollar Babies” (1973), pero el punto de inflexión de su carrera es con su tercer Lp.   

En “Love It To Death”, Alice Cooper abrazó con fervor el Glam Rock que estaba en etapa de pleno ascenso y algo del Hard Rock que ya a fines de los ´60 se hacía sentir en agrupaciones como Led Zeppelin o Black Sabbath. Ya desde el comienzo, con “Caught in a Dream” -uno de los temas más queridos dentro de su discografía-, abre un Lp que se distancia ya desde su riff inicial con todo lo realizado anteriormente. Con una estructura bien de rock and roll, muy emparentada con el venidero “Sticky Fingers” (1971) de los Rolling Stones abre un nuevo espectro sonoro dentro de la banda, algo más bailable si se quiere, con más actitud y diversión alejándolos de la experimentalidad de sus primeros Lp´s. El siguiente tema es uno de los clásicos por excelencia dentro del repertorio de Cooper, “I´m Eighteen”, una oda a la adolescencia donde todos pensábamos que nos podíamos comer al Mundo pero con miedos y dudas existenciales por doquier. Una edad límite donde abríamos la puerta a una incipiente adultez empezando a dejar atrás al niño. Este tema junto con el venidero “School´s Out”, nombre del disco homónimo -incluyendo en su portada un viejo pupitre escolar de madera-, fueron dos de los mejores ejemplos que tuvo Cooper para graficar cierta reminiscencia romántica a una etapa de la vida, donde nos podíamos sentir libres de hacer lo que quisiéramos sin tener que cargar con la pesada mochila de la adultez.   


/ Tengo dieciocho / y no sé lo que quiero / dieciocho / simplemente no se lo que quiero / 
/ Tengo un cerebro de bebé y el corazón de un viejo / me tomo 18 años llegar tan lejos /
/ No siempre se de lo que estoy hablando / se siente como si estuviera viviendo en medio de la duda / 

/ Se delinean formas en mi cara y manos / se delinean formas en la izquierda y la derecha / estoy en el medio / al medio de la vida / soy un chico y soy un hombre / tengo dieciocho y me gusta / si me gusta /

“Long Way To Go”, levanta de nuevo el ritmo bien arriba con un rock de guitarras que es pura adrenalina y energía. Luego de esa tríada de temas casi unidos en concepto viene el oscuro, experimental y tribal “Black Juju” que comienza con un juego de percusiones que dan paso a unos teclados hipnóticos. Alice Cooper deja en claro lo fuerte que fue Jim Morrison -The Doors- como influencia ya que en esta canción y en venideras tienen cierta reminiscencia a canciones como “The End” o “When The Music is Over” al crear cierto relato con suspenso incluido. 

En “Is It My Body” vuelven los riffs accesibles y contagiosos convirtiendo un tema de estructura simple en una linda canción con un estribillo y unas guitarras irresistibles. “Hallowed Be My Name” no desentona dentro del disco aportando un poco más esa cuota de misterio y terror en la forma de cantar de Cooper, sin embargo funciona más como un relleno. El final son tres canciones que podrían -de hecho lo están- unidas entre sí. La primera es “Second Coming”. Con aires de misterio comienza la canción dando paso a una voz de Cooper desgarradora para culminar con un ritmo militar aportando una ambientación solemne que finaliza con un solo de piano y que abre con una melodía infantil y una voz de niño incluida el siguiente “Ballad of Dwight Fry”. Una balada de larga duración con varios cambios de ritmo y una interpretación vocal dramática excelente, cuya letra tiene esos ribetes clásicos de la prosa de Cooper donde un hombre es encerrado en un manicomio viviendo en contra de su voluntad entre cuatro paredes vestido sólo con su chaleco de fuerza blanco. El cover del tema “Sun Arise” cierra el Lp con un juego de voces y una actitud más roquera y de conjunto de grupo que la canción original.

“Love It To Death” sin dudas es uno de los mejores discos de rock de los ´70 y además fue el puntapié inicial para toda la parafernalia e imaginería de terror llevada a un escenario que serían la marca registrada de Alice Cooper y que provocaría tanta influencia en futuras agrupaciones. 

Revisando los Rinconces

Publicado por Mocker , miércoles, 1 de mayo de 2013 15:18

Mick Ronson: "Slaughter on 10th Avenue" (1974)

No hay con que darle, hay algunos que nacen con estrella y otros estrellados. Sin embargo, también están los que acompañan a esas estrellas, los actores de reparto o el partenaire si se quiere que complementan de forma perfecta y ayudan a magnificar al primero. En grandes ocasiones estos segundos tienen una gran calidad artística igual o mejor que la estrella en cuestión pero que si se fueran del ala protectora de este no podrían volar por si solos. Esto no es desmerecerlos sino todo lo contrario, reconocer el aporte y/o valor que tienen, ese trabajo muchas veces silencioso o poco explotado que se pierde tras los flashes hacia la estrella en cuestión. 

Uno de esos casos en los cuales sucede esto, es en la primer etapa de David Bowie donde él comenzó a dar sus primeros pasos que luego lo convertirían en una estrella mundial. Su partenaire que lo acompañaría incluso en quizás la etapa más recordada de él, la Glam del personaje Ziggy Stardust fue Mick Ronson. El blondo guitarrista lo secundo desde “Space Oddity” (1969) hasta el disco de covers “Pin-Ups” (1973), colaborando y siendo una pieza muy importante del sonido de discos excelentes como “Hunky Dory” (1971), “The Rise and Fall of Ziggy Stardust” (1972) y “Aladdin Sane” (1973). Ronson le debe tanto reconocimiento a Bowie por ubicarlo dentro de uno de los mejores guitarristas del Rock de los ´70, como así también Bowie le debe a Ronson haber comprendido al detalle lo que este quería personificar con Ziggy, toda la parafernalia y sonido en cuestión conformando una dupla de área letal. 

En casi un lustro, esta dupla cotizaba bien alto no sólo como hacedora de grandes temas dentro la carrera solista de Bowie sino también con otros artistas contemporáneos que los rodeaban. Se podría decir que todo lo que tocaba esta dupla lo convertía casi en oro. Además de facturar los excelentes discos mencionados, también trabajaron en conjunto en el Lp “Transformer” (1972) de Lou Reed, el cual se encuentra dentro de los mejores discos de la historia del Rock. Pero esto no es todo, también ayudaron a levantar a una banda que por ese entonces venía haciendo bastante agua y que no causaba sensación alguna como eran los Mott The Hoople. Bowie y Ronson les entregaron el simple “All The Young Dudes” luego nombre del Lp que llevaba esa canción la cual catapultó la carrera de los Hoople y los ubicó como una de las bandas más interesantes del Glam Rock.

Sin embargo, -“todo concluye al fin, nada puede escapar…”- y esa dupla hacedora de éxitos se disuelve rompiendo amistosamente una relación profesional más que fructífera la cual ya desde el siguiente disco de Bowie, “Diamond Dogs” (1974), ya no contaba con los servicios de Ronson. Este último decidió emprender una carrera como solista ya que tenía en una primera instancia todas las de ganar, se había hecho de un nombre como guitarrista de Bowie, era muy buen arreglador musical y además tenía un CV más que envidiable por haber sido participe de algunos de los mejores discos de esa época. Sin embargo, no todos pueden ser estrellas no por falta de calidad sino muchas veces por falta de suerte, y esas cosas de la vida que agregan y quitan matices dentro de una carrera. 

El debut en Lp de Ronson fue en 1974 bajo el nombre “Slaughter on 10th Avenue” el cual contó con la colaboración como productor de Bowie -repito se separaron amistosamente-, y algunos músicos que acompañaron a Bowie como solista que por supuesto también lo hicieron durante mucho tiempo con Ronson en esos años. El debut de Ronson es un muy buen disco que aún hoy esta bastante subvalorado, más de lo que corresponde, pero que se ubica como una pieza faltante para terminar de redondear el sonido Glam de esa época. Ya desde la estética “Slaughter on 10th Avenue” se desprende cómo una suerte de hijo directo o continuación del “Ziggy Stardust” de Bowie y esto queda de manifiesto en la contratapa del Lp, una escenografía muy similar al anterior mencionado.

Ya desde el comienzo y revisando la lista de temas que integran la placa nos podemos dar cuenta que el fuerte de Ronson no era la composición. De los siete temas, sólo dos son de su autoría pero incluso esos tuvieron colaboraciones como en “Only After Dark” -junto a Scott Richardson- o en “Pleasure Man/Hey Ma Get Papa”, junto a David Bowie. Esa falencia la suple de maravillas con su punto más fuerte, el buen arreglista y músico que era. El tema “Love Me Tender”, muy conocido por la versión que hiciera Elvis Presley es el que comienza el álbum y ya desde acá se puede apreciar que Ronson tomo hasta el mínimo detalle para parecerse a su ex jefe, como la forma de cantar, sin embargo no esta demás recordar que Ronson hacía las segundas voces en los discos de Bowie. El tema sirve como presentación en un tono bien teatral y esto es una particularidad que se va escuchar a lo largo de todo el disco. Incluso en partes tiene ciertas similitudes al Queen más operístico. El segundo tema es un aporte de Bowie y es tema con un gancho genial llamado “Growing Up and I´m Fine” el cual pareciera haber sido extraído de algún descarte del “Ziggy Stardust”. El Glam Rock allá T-Rex se hace presente en “Only After Dark”. 

El siguiente “Music is Lethal” es una canción de arreglos elaborados que en tono de balada pareciera tener mucha influencia de Scott Walker, ese Pop Barroco de arreglos orquestales que siempre fue su marca registrada. El difícil de clasificar “I´m The One” repasa varios estilos dentro de una misma canción y el cual sirve para certificar la calidad musical y artística de Ronson. El siguiente “Pleasure Man/Hey Ma Get Papa” de casi 9 minutos de duración en su primera parte roza la Fusión Rock mientras que en la segunda da paso a una canción Pop. Cierra el Lp el teatral e instrumental “Slaughter on 10th Avenue”, donde la guitarra y más precisamente el punteo de Ronson se llevan los laureles de un tema excelentemente arreglado el cual fuera compuesto por los surfers de The Ventures, pero que el ex guitarrista de Bowie llevó al extremo al convertirlo en una especie de mini-ópera.

Luego de este Lp vendría un segundo llamado “Play Don´t Worry” al siguiente año el cual pasó de forma más solapada que el primero. La industria musical luego tendría cambios radicales y Ronson ya no encajaría dentro de los cánones que imponía el mercado o quizás mejor dicho no supo como adaptarse. De todas maneras, tanto Mick Ronson, como su aporte musical en varios discos de principios de los ´70 y sus dos largas duración como solista son ejemplos insoslayables para entender lo que fue un movimiento y una estética como es el Glam Rock. Definitivamente “Slaughter on 10th Avenue” es un disco de culto, un tesoro para las grandes masas que merece ser redescubierto.