Pará las Orejas!

Publicado por Mocker , viernes, 9 de marzo de 2012 13:53

Paul McCartney: "Kisses on The Bottom" (2012)

Desde hace un tiempo a esta parte existe una tendencia, moda, añoranza, falta de creatividad o simplemente recurso monetario que hace que los grandes artistas del rock, los ya consagrados y ultra reconocidos, graben standards de Rock and Roll, Jazz, Blues, Soul y demás estilos. Los motivos por los que se abocan a realizar estas grabaciones pueden enmarcarse bajo cualquiera de los mencionados anteriormente, el oyente puede escoger el más adecuado para cada artista en cuestión. Ahora bien, esos “viejitos piolas”, esos que muchas veces salen en los noticieros o en las revistas acompañados de mujeres a las cuales en muchos casos duplican en edad o siendo agasajados en fiestas y eventos varios son por nombrar sólo algunos, Rod Stewart, Phil Collins, Eric Clapton o Paul McCartney entre otros. Ese “refinamiento” por parte de ellos siempre es mirado con cierto desdén y reojo por parte del público rockero que creció con sus discos y que ve como “su” artista empieza a ceder el terreno de la rebeldía y se entrega sin concesiones a los mandatos de la industria musical. Como contrapartida, en muchos casos, sirve para “reflotar” la carrera de alguno que había perdido el faro a seguir ya hace bastante tiempo, caso Stewart, que con los “American Songbook”, otra vez volvió a ser redituable comercialmente. De todas maneras, y sólo ocurre en estos pequeños casos, siempre estamos dispuestos a escuchar material nuevo o en este caso viejo, de esas leyendas del Rock cualquiera sea la propuesta musical, ahora eso sí, que después le demos como a una bolsa de papas eso ya es otro tema.

Nadie en su sano juicio puede dudar de que la vasta trayectoria de McCartney tiene mucha tela para cortar, quizás sí es un poco irregular, pero es el Beatle que más discos grabó -la competencia con los demás en algunos casos cae de maduro por razones de la vida- y en la gran mayoría siempre salio airoso. Más allá de esa quizás no tan prolífica discografía, McCartney pareciera que siempre está pensando o trabajando en futuros nuevos proyectos y eso es muy loable si hablamos de una personalidad que con todo lo hecho hasta ahora puede descansar tranquilo y darle de comer a varias de sus futuras generaciones sin siquiera mover un dedo. Sin embargo siempre está inquieto y esto queda de manifiesto en proyectos como The Fireman junto a Youth de Killing Joke, cameos que tuvo con Michael Jackson allá por los ´80 y sus incontables aportes a nuevas-viejas grabaciones de los Beatles que siempre aparecen como por “arte de magia” y hasta sus trabajos personales siempre tienen el sello y la impronta McCartney son sólo algunos ejemplos.

Este último Lp de Macca, una vez más revisita y reversiona su pasado, así como lo hiciera en su momento con el álbum “Run Devil Run” donde ejecutaba canciones de Rock and Roll clásico, ahora le toca a esos temas de los años ´30 y ´40. Esos standards que al parecer -según palabras de Paul- eran los temas que se escuchaban en su casa familiar cuando aún el zurdo bajista era un niño. Las raíces de Music-Hall y el Swing son estilos que siempre formaron parte del ADN de McCartney y para muestra sólo basta un botón como por ejemplo con “When I´m 64” o “Martha My Dear” entre otros. Al parecer “Kisses on The Bottom” ya venía siendo “craneado” por Macca incluso antes de que Stewart la haya “pegado” con sus colecciones de standards, pero este proyecto se vio retrasado porque Paul no quería que pensaran que se quería subir al tren de la moda de reversionar clásicos de Jazz y Swing.

Fiel a su costumbre de llamar la atención y después poner la mejor cara de “yo no fui” tan típica de Paul, el título de este álbum causó un pequeño alboroto ya que su traducción literal podría ser algo así como Besos en el Culo. Sin embargo el doble sentido que siempre lleva su firma se puede traducir como Besos en lo más Profundo, una suerte de saludo en una carta de amor -la portada ayuda a eso- y para despejar más dudas Macca indica que el título se debe a un fragmento de letra que tiene el tema “I´m Gonna Sit Right Down and Write Myself a Letter”. En este caso, para la grabación del disco, Paul se rodeó -como de costumbre- con varios apellidos fuertes como es el productor Tommy Lipoma -Miles Davis- mientras que el acompañamiento en piano se encuentra Diana Krall -esposa de Elvis Costello- y varios más pesos pesados del Jazz como John Pizzarelli y Mike Mainieri entre otros mientras que dentro del lado del Rock se pueden enfilar Eric Clapton y Stevie Wonder como invitados de lujo.

Si vas a grabar un Lp de standards que mejor que hacerlo a la vieja usanza habrá pensado McCartney y con esto grabo junto a todos los músicos en tiempo real y no por partes, todos guionados con sus respectivos arreglos de orquesta. Por las interpretaciones vocales de Macca -siempre tan cuidadas- se aprecia que disfrutó mucho de la grabación logrando transmitir sus propias sensaciones y sentimientos en cada ejecución. El repertorio va desde lo intimista de “More I Cannot Wish You” pasando por lo Jazzy de “The Glory of Love”, hasta lo blusero de “Get Yourself Another Fool” donde la guitarra de Clapton al instante se hace notar. Sin embargo, dentro de los 14 temas que integran la placa no son todas versiones sino que hay dos originales de McCartney como es “My Valentine” -con Clapton en guitarra acústica- y “Only Our Hearts” -con Stevie Wonder en armónica-, dos canciones que están más que a la altura de las circunstancias, haciéndonos pensar y desear que hubiera estado más que interesante un álbum bajo este estilo pero con canciones propias de Macca.

Con “Kisses on The Bottom”, McCartney salda la deuda personal con su pasado, más precisamente con su niñez, revisitando clásicos interpretados en su momento por artistas de la talla de Fats Waller, Sam Cooke, Ella Fitzgerald, Nat King Cole y Benny Goodman entre varios más. Sin embargo, más allá de que el foco esté anclado en el pasado, este tipo de música termina siendo atemporal en cuanto a sensaciones y sentimientos que despierta al ser escuchada. El disco por obvias razones, carece de originalidad, sin embargo siempre estos tipos de trabajos cargan con esa pesada mochila. De todas maneras, se deja escuchar de forma amena y sirve para bajar un poco la adrenalina del día a día y según palabras del mismo Paul “-este disco está hecho para que se escuche relajado en casa luego de una larga jornada de trabajo-”, y quizás, una vez más, Macca esté en lo cierto.

3 Response to "Pará las Orejas!"

ultravivido Says:

Hola Mocker, no lo escuché aún. Me gustó cuando Macca hizo "Run devil run". Este de movida me entusiasma menos, pero veremos.

Saludos

ultravivido Says:

Hola Mocker, no lo escuché aún. Me gustó cuando Macca hizo "Run devil run". Este de movida me entusiasma menos, pero veremos.

Saludos

Mocker Says:

Buenas Ultra, el disco no es la "gran cosa" pero se deja escuchar y te termina convenciendo con la reiteracion de las mismas. Me hubiera gustado uno del mismo estilo pero con mayoria de sus composiciones pero...

Saludos y gracias por pasar!