Revisando los Rincones

Publicado por Mocker , miércoles, 27 de abril de 2011 12:55

Betty Davis: "Betty Davis" (1973)

“Detrás de todo gran hombre siempre hay una… ¿explosiva mujer?”, cambiemos un poco la ya conocida tradicional frase para pintar de cuerpo entero a la exótica y salvaje Betty Davis, segunda esposa del excelente trompetista Miles Davis. La Femme Fatale y porque no también mujer prohibida del Funk, fue muy inspiradora y catalizadora del cambio de sonido que tuvo Miles Davis en su carrera. El disco con el cual se empezó a acercar al rock para luego crear una fusión entre este y el jazz fue el “Bitches Brew” que se gestó a finales del 69, durante el período que conoció a Betty Davis. La relación eso implosión y no duro más de un año, del ´68 al ´69 y esto se debía a que ambos tenían espíritus muy inquietos, libres y no hay que restarle valor a la parte más obvia, Miles le llevaba una veintena de años más y no quiso ni pudo seguir el tren de la juventud que comandaba Betty.

De esta unión de personalidades bien marcadas y seguras, ambos protagonistas supieron sacar sus réditos, Miles se acerco al Funk de Sly and The Family Stone y al Rock de Jimi Hendrix, personajes que fueron arrimados porque Betty Davis se movía en ese círculo, mientras que la Sra. Davis logró llevar un apellido que hablaba por si sólo dentro de la escena musical. Incluso el aporte de Betty Davis no sólo se quedo en lo musical, sino que también cambió la forma de vestir y la estética de Miles. Cambió sus trajes elegantes por ropas de vívidos colores, anteojos muy grandes, trajes dorados y cualquier otra vestimenta que marcara una distinción. De todas maneras dejemos de lado la unión Davis-Davis y sus repercusiones -sino también tendríamos que mencionar el posible affaire que tuvo la parte femenina de este apellido con Hendrix, cosa que desato la furia de Miles- y analicemos el primer larga duración de Betty Davis.

Comencemos por la portada, en la misma se la ve a ella con un portentoso peinado afro, unos ajustadísimos y bien calzados jeans cortos, una camisa de colores con un nudo a la altura del pecho y unas botas “galácticas” de plataforma. Esta imagen refleja actitud, frescura y una cosa sexual que ya nos indica de que va el contenido del Lp.
El disco abre bien arriba con el groove de “If I´m in Luck I Might Get Picked Up”, una base bien Funk con el sonido de un bajo bien gomoso y una batería que marca el ritmo, mientras van apareciendo los arreglos de una guitarra y un teclado bien punzante. Hasta acá es un tema que no tiene nada que envidiarle a los mejores de Sly and The Family Stone, sin embargo cuando entra la voz de Betty Davis la cosa cambia por completo, todo es magnificado. Esa voz tiene por partes iguales condimentos sexuales, combativos, de excesos, actitudes y una seguridad frente al micrófono que la distingue de inmediato. Tiene la fuerza de una pantera negra dispuesta a marcar territorio frente al sexo masculino, diciéndole en la cara que no les debe nada y que se puede valer por si sola, todo esto soportado en los cimientos de su imagen y actitud.

No está demás mencionar que por ese entonces ya había varias figuras femeninas negras dentro de la escena musical, Aretha Franklin o Diana Ross entre las mas consagradas, pero sin embargo ninguna se había mostrado tan independiente, jugada y combativa en su prosa y en su estética. Las anteriormente mencionadas tenían una imagen naif, la cual era 100% opuesta a la imagen sexual y prohibida que mostraba Betty Davis junto con una actitud y una forma de pensar que representaba más que ninguna al ghetto y a las raíces afro. Las letras de Davis siempre tenían cierta connotación sexual, ya desde la primer canción la cual hablaba sobre -“Si tengo suerte, me recogerás con el auto y me llevaras a tu casa”- hasta “Anti Love Song”, la cual le declara la guerra al amor, quizás un misil teledirigido a la figura de su ex, Miles Davis. La voz prohibida, -¿pagana?- y sexual de Betty va jugando entre la base de bajo, el arreglo de guitarra y teclados escupiendo todas sus penas amorosas.

“No, yo no quiero amarte / Porque yo sé cómo eres / Es por eso que he estado viviendo lejos de ti / Es por eso que yo no te he llamado”

“Porque yo sé que te gusta estar a cargo / Pero conmigo sabes que no me puedes controlar, no? / Porque sabes que te haría bajar la guardia / Porque tendrías que comerte tu ego / Yo te haría añicos tu orgullo


Otro tema con un alto grado de sexualidad y con cierto halo de relación prohibida es “Your Man My Man”, cuya letra habla sobre el deseo de estar con un hombre que ya es de otra mujer.
Muy a pesar suyo, America aún no estaba lista para unas letras y una imagen femenina tan sexualmente directa. Varios de sus shows fueron boicoteados y cancelados por grupos religiosos mientras que por su parte, sus temas no fueron radiados de forma correcta tanto por estaciones de radio negras como blancas, ya que en ninguna sea por una u otra razón, encontraba un piso para publicitarse. Sin embargo, con el trascurrir de los años la discografía de Davis fue posicionada como objeto de culto y venerada dentro de la crítica especializada.

El sonido Funk se debe a la producción de Gregg Errico, baterista de la influyente Sly and The Family Stone, sin embargo, el rol de Errico no sólo se ajusta a la producción sino que también ejecuta la batería en todo el Lp. Un dato para nada menor es que salvo este disco, los próximos trabajos de Davis fueron todos producidos por ella y las canciones de todos sus álbumes fueron de su autoría, una muestra más de independencia, actitud y vanguardia, ya que ninguna artista femenina afro tuvo tanto control de su obra como Betty Davis.
Completa la formación el guitarrista de Santana, Neal Schon, aportando un rock bien duro emparentado muy a la escuela Hendrix, otro ex Family Stone como es Larry Graham añade un sonido inconfundible con su bajo bien sostenido y al frente. Luego tiene la colaboración en los bronces de Hershall Kennedy, Greg Adams, Mic Gillette y Skip Mesquit en el saxo, la percusión de Patryce Banks y los coros de las Pointer Sisters, todo un seleccionado del Funk, logrando un sonido único que mezcla a Family Stone, Funkadelic y Jimi Hendrix.

Los temas “Steppin in Her I. Miller Shoes” y “Game is My Middle Name” -gran aporte vocal-, tienen un corte más rockero, más en la veta Hendrix, apoyado mucho por la guitarra de Schon, mientras que “Ooh Yea” se debe mas a la escuela de Family Stone y “Walking Up The Road” a los primeros Funkadelic si tenemos que encontrar grupos similares. En “In The Meantime”, Davis canta con dulzura, -una de las pocas veces que lo hará en el disco-, para graficar los placeres oscuros de la soledad, con la promesa de que ella va a poder sobrevivir con o sin un hombre. La Idiosincrasia de ella estaba bien marcada a fuego y nada ni nadie podía arrebatársela o modificarla.

La voz de Davis es distintiva, tiene personalidad, juega entre gritos, gemidos y exige a sus cuerdas vocales hasta lo máximo en cada canción. Su voz no es cándida ni dulce, nunca apunta al corazón y al sentimentalismo, sino que por el contrario, la dirige hacia el fuego interior, a la liberación, a lo sexual y a llevarte en un viaje de sensaciones y sentimientos a máxima velocidad.
Por último, para los interesados el sello Light in The Attic Records, reeditó en el 2007 el disco en formato CD con tres bonus tracks -nunca editados- que van en la misma línea de las canciones del larga duración y que perdérselos sería una injusticia como “Come Take Me”, “You Won´t See Me in The Morning” y “I Will Take That Ride”.

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