Revisando los Rincones

Publicado por Mocker , domingo, 29 de agosto de 2010 2:22

Morphine: "Cure For Pain"

“Menos, es Más”. No, no es un slogan de una campaña política o una frase gancho de algún aviso publicitario, en realidad este juego de palabras nos sirve de forma perfecta para graficar que no siempre calidad es igual a cantidad. Así nos encontramos con muchos grupos de rock que no contaban con la típica formación clásica de guitarra-bajo-batería, sino que variando este concepto no contaban con alguno de ellos pero encontraban la forma de reemplazar al mismo logrando un sonido único y original. Uno de los ejemplos más claros es el de The Doors que no contaban con un bajista pero sin embargo el espacio era “llenado” por los teclados de Ray Manzarek. Otro ejemplo, en este caso el que nos compete a la reseña, es el de Morphine, un grupo que contaba entre sus filas con Dana Colley en el saxo, Jerry Deupree en la batería y al vocalista Mark Sandman en el bajo de…. ¡¡2 cuerdas!!. Así nomás, los Morphine no sólo querían romper las reglas del rock y no contar con un guitarrista, sino que la llevaron al extremo al tener un bajo de sólo dos cuerdas.

Para que quede claro, ser pocos integrantes en un grupo no es tarea fácil, ya que hay que saber suplir las falencias de otros instrumentos para que las canciones no queden “desnudas”, y si a toda esta travesía le adicionamos que los Morphine no sólo hacían rock sino que también tenían ciertos cameos con el jazz, ya era demasiado. Para el que no conoce a la banda y su sonido, puede creer que se trata de una banda minimalista más, que sonaban de forma cruda, sin arreglos y directo. Bueno, si esperan eso de los Morphine van a quedar un poco decepcionados, ya que sí sonaban directos, pero para nada de forma cruda y mucho menos sin arreglos. Las armonías que añade el saxo reemplaza de forma perfecta a la guitarra y la base que aporta ese bajo de Sandman hacen creer que si se le agregara algún otro instrumento a las canciones, las mismas se arruinarían.

Los Morphine se gestaron durante el rock alternativo de los ´90 en EE.UU, el cual queda demostrado en la estética del grupo y en la base de las canciones. Sin embargo Sandman y Cía. no se limitaban a ser uno de los tantos grupos que afloraba por esos años, sino que dejaron en claro sus otros gustos musicales, el Jazz y el Blues. Esto significó que los Morphine pasaran a ser una banda de culto dentro de esa movida ya que tenían un vuelo sonoro más allá de las distorsiones y gritos que podría tener la música en boga de esos años. Actualmente a los Morphine se los clasifica, algo que los músicos siempre odian, bajo el rotulo de Low Rock y hasta en algunos casos con el Jazz Rock. La verdad, es difícil clasificarlos ya que tienen un sonido muy de los ´90 pero en todas sus canciones se respira Jazz. Quizás esto se deba a la voz gruesa, seca y raposa que tiene Sandman, quizás tal vez a ese bajo de dos cuerdas armado por él y ejecutado con slide que recrea bases bluseras, quizás sea ese saxo barítono de Colley que le da vuelo a las canciones, o la ejecución y el swing del baterista Deupree, pero porque no suponer también que sea una mezcla de todas estas.

En 1993 Morphine graba su segundo disco, “Cure For Pain”, uno de los mejores, si no es el mejor de su carrera y los posiciona a la distancia como una de las bandas de culto de esos años. El trabajo vende alrededor de 300.000 copias, todo un número ya que estamos hablando de una banda inclasificable, nada comercial y que estaba siendo editada por un sello muy pequeño como Rikodisc.

El álbum comienza con la intro de saxo en “Dawn” para dar comienzo en “Buena”, uno de los highligths en la carrera del grupo, a una línea de bajo demoledora. ¡Un dador de sangre por acá! al que no se le mueva ni un pelo ante esa base entre gamberra, amenazante y rutera que salía del bajo de Sandman para luego unírsele el swing de la batería y la libertad con la que sonaba el saxo de Colley. Sin dudas unos de los momentos más álgidos del álbum. El disco ya desde este tema nos atrapó y nos sumerge en un mundo al cual entramos hipnotizados por la voz de Sandman y ese saxo que no deja de meter armonías en cada uno de los sucesivos temas.

Sigue “I´m Free Now”, un tema más calmo y confesional, porque los Morphine no sólo eran una banda de buenos músicos sino que también contaban con la pluma de Sandman. La idiosincrasia y la forma de vivir de éste se la puede comparar con la de un Beatnik y toda esa generación literaria. El análisis individual y el comportamiento del ser humano ante las vicisitudes de la vida se ve de forma clara que era una de las preocupaciones de Sandman dentro de sus letras. La crítica hacia el modo convencional de la vida y el rechazo a lo masivo, consumista y sin fundamentos, hacía mella en sus letras oscuras y crueles pero seductoras a la vez. El disco prosigue con “All Wrong” en el cual el saxo habla por sí solo, incluso en un fragmento de la canción tiene un efecto de wah-wah!!, ¿que mas se puede pedir después de esta ejecución?

Así van pasando temas tocados con pasión por el Jazz pero todo esto disfrazado bajo el rótulo de rock. Creo que Sandman y cía engañaron de forma perfecta a la industria ya que salvando las distancias no parecían de la década de los ´90 por su profundo amor al Jazz y Blues. La inmediatez sonora de “A Head With Wings”, “Thursday” y “Mary Won´t You Call My Name”, se mezclaban con momentos íntimos, de derrotas personales y sonidos de bares allá Tom Waits como en “In Spite of Me”. Estamos en los ´90, y ¿cual era el sonido de moda en América? Sí, el Grunge y más allá que “Cure For Pain” es excelente y otro de los hits, si se puede decir esa palabra, dentro de la discografía de Morphine, el mismo tiene un tufillo muy conocido en la línea de bajo, en un tempo mas lento, a un tema de una banda muy conocida de ese estilo.

“Let´s Take a Trip Together”, tal cual su nombre lo indica es en su sonido una invitación a un viaje lisérgico y en el cual el comandante de abordo es Sandman y su voz entre ensoñada y misteriosa. Mas arriba hablábamos de la cultura Beatnik de Sandman y porque no creer que “Sheila”, un tema cuya trama transita con el gato de esta chica en cuestión puede ser un paralelismo justo con el felino de Alicia en el País de las Maravillas del escritor Lewis Carroll, una referencia obligatoria para la generación bohemia de los Beatniks.

Cierra el disco el instrumental “Miles Davis Funeral”, un tema que con su título deja en claro las admiraciones y el encanto que tenía Sandman por el Jazz haciendo honor a uno de los más grandes músicos dentro del Jazz y Jazz Rock. Luego de este álbum vendrían dos discos más, y uno post mortem de Sandman, ya que el mismo falleció tocando en el escenario de un festival de rock en Italia, teniendo que suspender el show y dando luego a conocer la triste noticia de su fallecimiento por un ataque al corazón, causando con esto la disolución del grupo. Sin embargo, unos años antes que sucediera este trágico hecho, los Morphine nos dejaron en claro que la cantidad no hace a la calidad, a veces "Menos, es Más".

4 Response to "Revisando los Rincones"

ultravivido Says:

El mejor disco de los Morphine, supongo. Grandes momentos: A head with wings, Thursday, I´m free now y ese final lluvioso con "Miles Davis funeral". Gran disco.

Mocker Says:

Gracias por pasar!. Sí, a mi entender tambien es el

mejor disco de ellos, quizas el más mainstream si

se puede aplicar esa palabra a Morphine, sea el

siguiente disco, "Yes", pero no tiene el espiritu y

las canciones de "Cure For Pain".

spellbound Says:

Un gran disco, uno de los mejores de los noventa. A mi me también me gustaba mucho "Good" (1992), pero la verdad, no sé si habrá envejecido bien. Creo que a partir de "Yes" su sonido se vuelve predecible.

Saludos.

Anónimo Says:

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