Revisando los Rincones

Publicado por Mocker , miércoles, 23 de junio de 2010 15:23

Flamin Groovies: "Teenage Head"

El rock, como tantas otras expresiones artísticas, es y ha sido injusto con algunas obras musicales. Muchos grupos, algunos muy buenos, otros no tanto y en un mayor número mediocres, llegan a conocer la fama por sobre otros que los superan con creces pero que permanecen ocultos, como temerosos de ser conocidos por la masa. Algunas de esas bandas no pueden llegar a la consagración por diversos factores, no poseían una buena imagen -en un alto porcentaje el atractivo del rock es visual-, no estaban en el lugar y momento adecuado o su compañía discográfica no se jugó demasiado para darlos a conocer, entre otras circunstancias. Estas agrupaciones pasan a ser consideradas con el tiempo como “grupos de culto” o “héroes de culto” dentro del mundillo del rock.

Sin embargo, muchas veces estas bandas terminan siendo magnificadas a un lugar que tampoco se lo merecen sólo por el hecho de que sus fans mas acérrimos las defienden con uñas y dientes por sobre otras más comerciales. Por el contrario, estos “diamantes en bruto”, son considerados como el eslabón perdido de un tiempo pasado que no fue comprendido en su momento. Estos grupos de una minoría, tuvieron grandes obras musicales, que vistas con el tiempo, son consideradas como se merecen y no subvaloradas como lo fueron. Uno de los secretos mejor guardados que tiene el rock and roll de los ´70 son los Flamin Groovies. Surgieron en San Francisco a mediados de los ´60 y a contramano del mercado musical de ese momento, que estaba centrado en la psicodélica y el flower power, los Groovies se centraron en el rock y el r&b de los ´50 y primeros ´60.

Antes de llegar al disco “Teenage Head” editaron dos álbumes, pero fue este último el que definió el sonido de ellos, como también lo fue de la dupla creativa del grupo, Cyril Jordan y Roy Loney. Las diferencias dentro de las bandas, para tener una cierta identidad y seguir un camino compositivo, siempre existieron en todos los grupos y ellos no fueron la excepción. Jordan era un fiel amante de Los Beatles y toda la invasión británica de comienzos de los ´60, mientras que Loney buscaba un sonido más duro, primitivo, influenciado por los Stooges, MC5 entre otros y que llevaron a este último por esas diferencias a abandonar el grupo. Ante la salida de uno de los dos cerebros de la banda, el sustituto fue Chris Wilson que junto con Jordan encaminaron a los Groovies a sonar mas Beat y Pop, pero eso ya es otro tema.

El Tercer Lp de los Flamin Groovies, sin entrar demasiado en comparaciones no tiene nada que envidiarle, mas allá que este unos pocos escalones más abajo, a “Sticky Fingers” de los Rolling Stones. Es más, el disco salió en el mismo año y caminan con holgura las huellas que iban dejando los Stones de álbumes anteriores. Por ese entonces los Stones querían sonar lo mas americanos posibles y los Groovies mostraban que llevaban el rock and roll y el r&b en sus raíces.

El tema que abre el Lp,“High Flyin Baby”, comienza con unas guitarras bien al frente y pulso rockero, garagero y de r&b, que junto al slide de la primer guitarra y la voz aguardentosa de algunos coros, tan similar a Captain Beefheart, nos da un indicio que el disco en materia de rock no nos va a defraudar. El álbum sigue con “City Lights” una balada con aires de blues y rock sureño que no tiene nada que envidiarle a “Dead Flowers” si seguimos teniendo como referencia la comparación con el “Sticky Fingers” de los Stones. El próximo tema, “Have you Seen my Baby”, es una versión a la Groovies de un tema del compositor Randy Newman, convertido en un rock de garage por su ataque de furia y el más puro rock and roll, apartándose del letargo que era la canción original.

El disco sigue con “Yesterday´s Numbers”, otro tema que puede haber tenido la firma Jaggers-Richards tranquilamente, para luego deleitarnos con el tema que da título al álbum. El cual cuenta con el contagioso riff de guitarra y una voz tan primal que edifica un puente haciendo conexión con Howlin Wolf, otra referencia básica de los Groovies. De Wolf nos vamos un poco mas atrás en el tiempo, hacia el blues rural de la década del ´30, y el enlace perfecto es “32-20” una increíble versión del tema de Robert Johnson, -que acá sí déjenme decirlo-, ¡no pueden sonar mas Stones porque estos ya existían!
Si quieren saber como sonaría Elvis Presley en los ´70, si hubiera seguido con el rock and roll, y no se hubiera inclinado a las baladas con perfume de mujer, no tienen mas que pinchar el próxima tema, “Evil Hearted Ada”, un rockabilly interpretado con una versión vocal tan a la Presley que más de algún desprevenido puede creer que se trata de una interpretación del Rey. El disco va llegando al final con “Doctor Boogie”, una canción que sostenida por la armónica y esos arreglos de guitarra, muestran todo el espíritu de la banda y nos trasladan en los tres minutos que dura el tema, a un sótano sudoroso, húmedo y mal iluminado mientras ellos tocan en el escenario. Cierra el álbum “Whiskey Woman” una balada preciosa que, si hubiera estado bien comercializada podría haber estado en los primeros puestos de los charts sin despeinarse.

Para finalizar la reseña, el que se quiera hacer del disco, le digo que hay una versión en CD que trae unos Bonus Tracks, para nada descartables, de versiones del “Shakin All Over”, “That´ll Be The Day”, “Louie Louie”, “Walking The Dog” y “Carol”, de Johnny Kidd, Buddy Holly, Richard Berry, Rufus Thomas y Chuck Berry respectivamente. De más esta aclarar, que todos bajo el estilo de los Groovies, o sea el más puro r&b, rock and roll y garage que se puede escuchar.

2 Response to "Revisando los Rincones"

Anónimo Says:

Esta vez me quedo con el tema "Have You Seen My Baby?" ja ja puro rock de garage!!! Muy buena nota!!!!

Anónimo Says:

Como siempre, excelente!


Yo.